El Real Club Marítimo de Melilla (RCM) ha tenido abiertas las puertas de su Centro de Actividades Náuticas (CAN)
El Real Club Marítimo de Melilla (RCM) ha tenido abiertas las puertas de su Centro de Actividades Náuticas (CAN) durante los meses de julio, agosto y septiembre para todas aquellas personas que han querido iniciarse o perfeccionarse en la vela ligera, el windsurf o el piragüismo. Este año se ha superado la cifra de cuatrocientos alumnos, que en diferentes grupos han ido recibiendo la formación rquerida.
La campaña de verano del ‘Aula Náutica’ del Club Marítimo se ha centrado en los últimos tres meses, en los que la actividad ha sido incesante. El único parón fue durante la primera quincena de agosto, en el que todo el personal y material del CAN se puso a disposición y trabajó en la XII Semana Náutica ‘Ciudad de Melilla’. Este año se ha experimentado un incremento, cifrado en unas treinta personas, con respecto a los cursos que se ofrecieron durante el año pasado, lo que confirma la línea ascendente que se viene produciendo en este proyecto desarrollado por los técnicos del Centro de Actividades Náuticas.
Estos cursos de verano se han convertido en el complemento a la línea de trabajo, que a lo largo de todo el año, mantienen el Real Club Marítimo de Melilla y la Consejería de Deporte de la Ciudad Autónoma. Dada esta fructífera relación de ambas entidades, se ha conseguido que Melilla deje de vivir de espaldas al mar y empiece a desarrollarse una creciente afición a los deportes náuticos, palpable no sólo a nivel base, sino incluso en la denominada clase crucero que ha encontrado en los jóvenes regatistas de láser un auténtico vivero para completar a la emergente flota.
Las clases que se ofertaban iban desde la mera iniciación, hasta la consolidación de los conceptos a través de clases de perfeccionamiento. Las posibilidades que ofrece el Club Marítimo se diversifican en la práctica de la vela ligera, el kayak (piragüismo) y el windsur. Además, también se desarrollaron otra serie de actividades lúdicas, relacionadas con el mar, como bautismos, navegación en embarcaciones de motor o en pédalos.
Dentro de la amplia oferta realizada durante todo el verano se han realizado más de una treintena de cursos, tanto de una sola materia (vela, kayak o windsurf) o multidisciplinares, donde se ofrecía una visión global de éstos deportivos.
El alumnado ha sido de todas las edades. Desde los niños que han realizado sus primeras maniobras a la caña de un optimist, hasta adolescentes y veteranos que saciaban su curiosidad y se formaban sobre una tabla de surf o en un kayak.
El Real Club Marítimo en virtud de sus acuerdos de colaboración con diferentes organismos públicos y privados de la Ciudad Autónoma, también ha realizado actividades específicas para diferentes colectivos. De esta forma, ha colaborado con la Consejería de Deporte y Juventud, con el Ministerio de Educación o con el Instituto Enrique Nieto. En este sentido cabe destacar la participación, un año más, en las colonias de verano. Alumnos de Cantabria y Castilla y León fueron los que, en esta ocasión, recibieron su bautismo de mar, dando así sus primeros pasos en los deportes náuticos.
Estos cursos de iniciación suelen ser, en muchos casos, el germen de una inquietud de los más jóvenes que se traduce en el inicio de una actividad deportiva como la vela. En el caso del RCM se da la oportunidad para que se inicien en la clase optimist, integrándose en el grupo C de la Escuela de Vela.
El CAN al tiempo que se convertía en un gran centro formativo ha seguido manteniendo el nivel de entrenamientos de Equipo de Regatas, que cabe recordar el destacado papel que ha tenido en dos citas nacionales, como fue la Regata de la Asociación Española de Clubes Náuticos, en Las Palmas de Gran Canaria, o su participación en el Campeonato de España de Laser, en Gandía, donde se consiguió que Melilla subiera un importante escalón en sus actuaciones en este tipo de campeonatos.