Baleares. El Consell pone coto a la captura indiscriminada de erizos de mar
Un informe técnico aconseja limitar su pesca e impedir el marisqueo cinco meses al año
El Consell va a regular el marisqueo de los erizos de mar de forma específica. El incremento de capturas detectado el año pasado obligó a las administraciones a actuar. Según datos oficiales en 2008 un solo mariscador con licencia declaró en Maó 2.440 kilos de erizos. Esto supera la suma de todas las capturas de la Cofradía de Maó de esta especie en los últimos 100 años. Este incrementó se debió a una fuerte demanda exterior.
Para adoptar las medidas que permitan realizar un marisqueo sostenible el Consell encargó a la Asociación Menorquina para la Conservación del Fondo Marino un estudio sobre esta especie. Cuando el informe se halla en su última fase los técnicos de la entidad ya han anunciado una serie de recomendaciones para que los responsables el Consell redacten una normativa.
Entre estos consejos se solicita que para recoger erizos se disponga de una licencia de pesca deportiva o de mariscador profesional. Los primeros podrán capturar hasta dos kilos diarios por persona para consumo propio mientras que los segundos tendrán la opción de llegar hasta los diez kilos. Sólo se podrán coger a mano o con herramientas tradicionales y a un máximo de diez metros de profundidad. Se pretende prohibir el uso de cualquier equipo autónomo de respiración para tal fin. Al acabar el mes los mariscadores de Maó sólo podrán alcanzar una cuota de 800 kilos entre todos ellos. Hay que recordar que en estos momentos sólo hay cinco mariscadores con licencia en activo en Maó, más otros dos que realizan esta función esporádicamente. En las cofradías de Ciutadella y Fornells no hay licencias.
También se quiere levantar una veda que iría del 1 de agosto hasta el 31 de diciembre. Esta medida pretende facilitar la reproducción de los erizos para asegurar la sostenibilidad de la especie.
Todos estos consejos son provisionales a la espera de cerrarse el estudio definitivamente. Posteriormente el departamento de Medi Ambient del Consell analizará sus propuestas y las confrontará con las opiniones de otros sectores afectados, como los pescadores. La meta final es redactar una normativa al respecto. Este reglamento se deberá ajustar estrictamente a las competencias del Consell puesto que el Govern balear también prepara una nueva ley de pesca .
El encargo de un informe sobre el estado de los erizos de mar en el litoral menorquín fue una exigencia de la Conselleria d'Agricultura i Pesca del Govern balear al Consell. El jefe del servicio de Recursos Marins, Antoni Grau, remitió un informe en el que «debido a que en 2008 se produjo una demanda de erizos en Menorca de más del 10.000% sobre los años anteriores» se solicitó «iniciar un estudio sobre los principales parámetros biológicos del erizo común». En el documento remitido al Consell también se señala la necesidad de fijar, a la conclusión del estudio, unas regulaciones mínimas como la talla, periodo de veda o cuotas de capturas para asegurar la sostenibilidad del marisqueo de esta especie. En su resolución también se prohibió provisionalmente la captura de erizos.
En cambio, la Conselleria autorizó la concesión de una nueva licencia profesional de mariscador a la cofradía de Maó hasta alcanzar el tradicional cupo de ocho que ahora no se cubre.
Los informes encargados por el Consell en esta legislatura han recibido durísimas críticas por parte del Grupo popular que se halla en la oposición. El estudio de los erizos, que costó 5.500 euros, no fue una excepción aunque sus críticas pasaron más disimuladas ya que coincidió en el tiempo con los ataques al informe sobre los conductores británicos en Menorca. Este último lo encargó el departamento de Mobilitat y extrajo como principal conclusión que los anglosajones tenían un problema a la hora de discernir si los vehículos circulaban por la derecha o la izquierda en los cruces.
En lo que respecta a estudios del departamento de Medi Ambient del Consell, también levantó polémica otro sobre el tomate isleño. La información surgida de dicho informe se utiliza para la bolsa de semillas que gestiona la institución insular y cuyo fin es garantizar las especies propias de la isla.