Proponen declarar las aguas de Canarias como santuario de escualos y rayas
Una campaña justifica la iniciativa en que cerca de un centenar de especies de escualos habitan en las aguas del archipiélago. La Asociación de Amigos de los Tiburones y Rayas de Canarias (Atiracan) aspira a convertir el Archipiélago en una nueva zona para la protección de estas especies.
Son siete los santuarios de tiburones en todo el mundo marino. Tan solo aguas de las Bahamas, las Maldivas, Honduras, Tokelau (Nueva Zelanda), Palaos (Micronesia), Dominica y las islas Marshall ofrecen a los escualos un medioambiente libre de anzuelos, es decir, la pesca está prohibida.
Fue en 2009 cuando la República de Palaos, país que integran más de 300 pequeñas islas y con alrededor de 20.000 habitantes, dio a sus aguas territoriales la condición de santuario de tiburones. Desde entonces se han reconocido como tales otros seis mares, en los que se han restringido los derechos pesqueros, se han prohibido determinadas modalidades de captura y de utensilios y se multa con ingentes cantidades de dinero a quienes se salten las normas. El principal objetivo en todos los casos es reducir las cifras de la pesca (cada año cien millones de ejemplares) para la posterior venta de las aletas, consideradas una exquisitez en el este de Asia.
En las aguas canarias habitan diversas especies de tiburones y rayas, hasta 86 según Atiracan, especies entre las que destacan, por correr peligro de extinción, el angelote y el pez martillo. Como en muchos otros lugares, los escualos sufren también en las Islas los rigores de una pesca deportiva para la que son piezas codiciadas, lo que ha movido a la asociación a promover una campaña para la prohibición de esta actividad y para la declaración de santuario del Archipiélago.
De momento, Atiracan ha conseguido alrededor de tres millares de adhesiones a su causa por medio de dos peticiones en el sitio web change.org. En una, dirigida al presidente del Ejecutivo autonómico, Paulino Rivero, y al viceconsejero de Pesca, Juan Manuel Soto, la asociación reclama que se vede la pesca deportiva de tiburones y rayas; en la otra, que se dirige solo a Rivero, la declaración de santuario.
Los Amigos de los Tiburones y Rayas explican que seguramente haya especies aún por descubrir en los fondos marinos de la región y recuerdan que un tercio de los ingresos que genera en la comunidad el llamado turismo de buceo está relacionado con la presencia de escualos. Otro de sus objetivos es extender el conocimiento de estos animales y coadyuvar en una mejor recopilación de datos para la investigación científica.