La plaga de mejillón cebra llega al pantano de Mequinenza
La expansión de la plaga de mejillón cebra hasta el embalse de Mequinenza puede tener graves consecuencias como problemas en el abastecimiento de agua tanto urbano como industrial y de regadíos en la cuenca del Ebro, mientras que se abre una nueva vía de proliferación que remontará el río. El avance del molusco invasor, cuyo peligro se extendía a la Comunidad Valenciana en el caso de que se hubiese construido el trasvase del Ebro previsto en la ley del Plan Hidrológico Nacional (PHN), fue detectado el miércoles por Agentes de Protección de la Naturaleza de Aragón al encontrar cuatro ejemplares en Mequinenza.
Los responsables del Departamento de Medio Ambiente aragonés se reunieron ayer con los dirigentes de la Confederación Hidrográfica del Ebro (CHE), Endesa (propietaria del embalse), la Federación Aragonesa de Pesca y las comarcas afectadas por la plaga para planificar las medidas de actuación. El Gobierno autonómico se reunirá con la Generalitat de Cataluña la próxima semana y el organismo de cuenca. «Lo primero será conocer la extensión del problema para después decidir que medidas se deben tomar», aseveró ayer el jefe del servicio de Biodiversidad del Gobierno de Aragón, Jesús Insausti, quien argumentó que la extensión de la plaga del Ebro es una mala noticia, pero que se trata de «algo inevitable». Tras la temporada de riegos se inspeccionará el embalse de Mequinenza con buzos de la Guardia Civil, que ya han hecho trabajos similares en el Ribarroja.
Sin plan integral contra la especie
Colectivos ecologistas, científicos y partidos políticos como Chunta Aragonesista (CHA) denuncian la pasividad del Ejecutivo autonómico y la confederación. Desde hace tres años reclaman un plan integral para luchar contra la especie.