El avistamiento de delfines está garantizado en el 'Dolphin
La mañana en Puerto Chico comienza con un sol radiante y un fuerte viento de Poniente. La tripulación del 'Dolphin Safari' se dispone a realizar una vez más el recorrido por la Bahía de Algeciras, una ruta turística abierta a personas de todas las edades que deseen acercarse a la riqueza natural del mar que baña el Campo de Gibraltar, y en especial, conocer a una de las especies marinas más emblemáticas: los delfines.
Esta cita es especial, el barco abre sus puertas a este diario para mostrar la belleza de las especies que surcan el Mediterráneo. El capitán del barco, Pablo Gavilán, nos relata que son tres las especies de delfines más usuales en la Bahía de Algeciras: "Normalmente nos encontramos con el delfín común y el listado, aunque también es habitual observar mulares".
El pasajero de este barco de recreo puede disfrutar, además, de otros animales poco frecuentes como la tortuga boba, el cachalote y aves marinas como el cormorán y la gaviota cabecinegra.
En los días de invierno, la tripulación del 'Dolphin Safari' avista con frecuencia pequeños grupos de delfines (de unos 40 o 50 ejemplares), en su mayoría comunes o listados, que acuden a la bahía para alimentarse de las especies de peces más comunes, como el jurel, el boquerón o la sardina, según comenta Gavilán.
Los delfines comunes se caracterizan por su color de piel, grisácea, y medir 1,80 metros. Los listados se diferencian de éstos por unas listas grisáceas en los costados, creando dos tonos de color diferentes. En la Bahía de Algeciras también se puede avistar una tercera especie de delfín, los mulares. Se trata de la especie de mayor tamaño, que puede llegar a pesar los 600 kilos, seguramente serán los más conocidos porque son los que se utilizan en los espectáculos de los delfinarios y por utilizarse en la terapia denominada delfinoterapia. Son los más raros de ver en nuestras aguas, "pueden ser avistados unas cinco o seis veces al año", señaló Gavilán.
Minutos después de iniciar la travesía, disfrutamos de la breve compañía de un numeroso grupo de ejemplares de ambas especies, que jugaron durante unos minutos junto a la proa y el costado del barco.
La duración completa de una salida es de una hora y media. Es raro localizar diferentes especies mezcladas porque los grupos nadan de manera independiente. La aproximación a estos grupos suele hacerse con precaución para no molestarles. Para ello, el motor permanece al mínimo, dejando que sean los propios delfines los que marquen el encuentro y jueguen con el barco. Estos juegos suelen durar entre 15 y 20 minutos. En ocasiones, el recorrido se suele alterar unas dos o tres millas para hacer una mejor aproximación a los cetáceos ya que las condiciones climatológicas marcan de una manera determinante la posibilidad de verlos más cerca de la bahía.
'Dolphin Safari' trabaja durante todo el año, pero el punto más alto, tanto de visitantes como de avistamientos de delfines, se produce en verano. La temporada alta comienza en mayo y finaliza en septiembre. Gavilán añade que entre mayo y junio es fácil observar algún ejemplar de ballena.
Los delfines son mamíferos muy sociables entre sí, por lo que las manadas suelen viajar juntas. En invierno, los grupos están conformados por un pequeño número de miembros, entre 30 y 50, siendo en verano cuando se pueden avistar más delfines, siendo usual que el número alcance los 200 y, en alguna ocasión, llegando a rozar los 500. El capitán de este barco de recreo apuntó que los grupos de delfines que llegan más cerca de la costa son las crías, vigiladas de cerca por los adultos.
El 'Dolphin Safari' también hace una labor científica. Su propietario, Graham Nash, hace un seguimiento cercano de las poblaciones de delfines que atraviesan el Estrecho. Es el único barco de la bahía que desempeña esta labor. Así, se hace un censo de ejemplares que conforman una base de datos y que, posteriormente, se remite a las organizaciones que la reclamen.
Esta empresa familiar lleva quince años trabajando en la Bahía de Algeciras, desarrollando su labor en los tres últimos años en La Línea. Graham Nash, británico de origen, lamenta que esta empresa dedicada al avistamiento de delfines, no tenga un mayor respaldo institucional, ya que es una empresa estrechamente vinculada al desarrollo turístico. Según afirmó, en diversas ocasiones ha intentado ponerse en contacto con las autoridades municipales para atraer más turistas a la ciudad, utilizando esta empresa inglesa como un atractivo más.