Cruda historia del mar. Las mareas negras más desastrosas
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- Caso Prestige
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La historia de los vertidos contaminantes en el mar cuenta con muchos nombres propios, que coincide con los de los barcos que los hicieron tristemente famosos. Y Galicia no ha sido ajena a esta crónica negra, puesto que los desastres del Casón, Urquiola, Polycomander y Mar Egeo permanecían aún frescos en una memoria colectiva que ha vuelto a reavivar el Prestige.
La primera gran catástrofe la produjo el superpetrolero Torrey Canyon, que el 18 de marzo de 1967 golpeó su casco contra los arrecifes de Seven Stones, en el archipiélago de las Scilly, al Suroeste de Cornwall (Inglaterra). El impacto rasgó y abrió seis de sus tanques, por los que derramó 120.000 toneladas de crudo.
En 5 de mayo de 1970, embarrancó y se incendió en las proximidades de las islas Cíes el Polycommander, de 50.380 toneladas, que vertió parte de su crudo al mar, que afectó a las localidades de Baiona y Nigrán.
El 12 de mayo de 1976, el petrolero Urquiola, de 111.225 toneladas, embarrancó en la rada de A Coruña, derramando unas 20.000 toneladas que produjeron graves daños a las costas de las rías de Ferrol, Ares y A Coruña.
En 1978, el petrolero griego Andros Patria sufrió un incendio cerca del cabo Ortegal, en el que murieron 34 de sus 37 tripulantes. Unas 50.000 toneladas de crudo fueron vertidas al mar.
El 5 de diciembre de 1987, el mercante panameño Cason embarrancaba en Fisterra con 2.000 bidones cargados con productos tóxicos. A la pérdida de vidas humanas -23 tripulantes- se sumó la honda preocupación de los vecinos por el ecosistema de la comarca.
El 3 de diciembre de 1992, el Mar Egeo encallaba en las inmediaciones de la Torre de Hércules con una carga de 80.000 toneladas de crudo. Un incendio y su posterior explosión provocaron el desastre. Los afectados por el desastre aún no han cobrado, diez años después, las indemnizaciones.
Pero sí terribles han sido las consecuencias de los vertidos contaminantes en aguas de Galicia, no lo han sido menos los desastres sufridos en otras latitudes.
El 16 de marzo, el petrolero Amoco Cádiz embarranca y derrama 1,6 millones de barriles de crudo (227.000 toneladas) frente a las costas francesas de Bretaña. Este vertido se encuentra en la lista de los más grandes de la historia.
El 24 de marzo de 1989, el petrolero Exxon Valdez protagonizó otra de las mareas negras más grandes de la historia, cuando derramó 40.000 toneladas de petróleo en Prince William Sound, Alaska.
Hace tres años, el 12 de diciembre de 1999, el petrolero Erika, que transportaba 28.000 toneladas de fuel-oil, se partía en dos un día antes de hundirse al sur de la Bretaña francesa, otra de las zonas muy castigadas en lo que a vertidos contaminantes se refiere.