Un nuevo análisis revela falta de trazabilidad en el mercado del pez espada en el Mediterráneo
El comercio internacional satisface la elevada demanda mezclando pez espada del Atlántico –que se halla en buen estado– con el del Mediterráneo, cuya situación es grave
Vilamoura, Portugal.- En el quinto día de negociaciones de la Comisión Internacional para la Conservación del Atún Atlántico (ICCAT, por sus siglas en inglés), el futuro del pez espada en el Mediterráneo ocupa un lugar prominente en el programa de los 51 países integrantes. Al tiempo que prosiguen las conversaciones, Oceana ha reunido datos que revelan la falta de trazabilidad y transparencia de este pescado de gran valor comercial, cuya población se encuentra en mínimos históricos.
Este nuevo análisis arroja una seria llamada de atención sobre el comercio de pez espada en el Mediterráneo. La pesca ilegal tiene amplio potencial de desarrollo debido a la falta de un control adecuado sobre las capturas. Mientras la población de pez espada se desploma, la demanda –que puede llegar a pagar a 24€ el kilo– continúa siendo muy elevada. Este panorama ha dado pie a que los países mediterráneos importen y exporten sin que haya una trazabilidad clara sobre el origen del pescado.
“Los datos comerciales son irregulares y mezclan capturas de las poblaciones atlánticas de pez espada, que están bien gestionadas, con las del Mediterráneo. Sabemos que el pez espada sufre un grave declive en el Mediterráneo, continúa sin gestión y su mercado carece de trazabilidad, y eso da vía libre a pesca ilegal y a estrategias comerciales para satisfacer la demanda", afirma Lasse Gustavsson, director ejecutivo de Oceana en Europa. “Las partes contratantes de ICCAT no pueden negar que la pesquería está totalmente fuera de control. Perderla tendría una fuerte repercusión en los ecosistemas mediterráneos y en las localidades costeras”
El análisis, realizado para Oceana por el Borealis Centre for Environment and Trade Research, concluye que:
Para satisfacer la demanda interna, Italia necesita importar 4 veces más pez espada fresco (16.363 toneladas) que el total de sus propias capturas, y tiene una gran dependencia de las exportaciones de pez espada fresco procedente de España.
Desde 2007, España ha estado exportando una media de 8.323 toneladas al año de pez espada fresco a Italia, pero no está claro de dónde procede antes de ser desembarcado en España.
De media, el 38% (1.832 toneladas) de las importaciones de pez espada fresco de España proviene de Marruecos, el principal suministrador de España de este producto. Pero no está claro si estas exportaciones provienen de capturas del Atlántico o del Mediterráneo, lo que subraya la inexistencia de trazabilidad.
Los datos comerciales de Marruecos son fragmentados. Entre 2007 y 2011 sus exportaciones de pez espada excedieron sus capturas en una media de 185 toneladas, una diferencia comercial no explicada.
Argelia, Túnez y Turquía no parecen exportar sus capturas, dependiendo así de su propio suministro para su demanda interna.
Frente al atún rojo, que es una especie comercializada internacionalmente, el pez espada del Mediterráneo se comercializa y se consume por completo dentro de esta región.
El análisis muestra la importancia real del pez espada en el Mediterráneo y la necesidad urgente de adoptar un plan de recuperación y controles de gestión para mantener las economías de los países costeros que dependen de él.
Oceana asiste a la reunión de ICCAT para impulsar la adopción de un plan de recuperación para el pez espada del Mediterráneo y poner así fin a 30 años de sobrepesca excesiva. Oceana considera que el plan debería incluir límites de capturas y reducir estas considerablemente estas, según las recomendaciones científicas, mediante un sistema de cuotas y estrictas medidas de control y vigilancia con el fin de evitar la pesca ilegal y promover mayor transparencia y trazabilidad.