Mañana comenzará en Galicia una nueva temporada de pesca fluvial.
Pocas veces la jornada de debut se anuncia tan prometedora desde el punto de vista meteorológico, aunque es más que probable que los pescadores acusen ahora las escasas lluvias de este invierno
Dos verdades se pueden decir en este comienzo de la temporada 2017.
Una en lo que respecta a la fauna piscícola que va en línea descendente.
La otra en lo que trata de la afición y número de practicantes que en esta Comunidad y exportable al pais ha llegado a un punto que ha hecho saltar las alarmas. En Galicia hay cerca de un 30 % menos de pescadores con respecto al 2010, exactamente 21.000 licencias menos expedidas por la Consellería de Medio Ambiente.
Se precisan campañas de fomento de la práctica entre los más jóvenes si no se quiere que la ancestral afición en el pais de los 1000 ríos se muera. Medidas a estudiar como es la ampliación de tramos libres sin muerte, campañas de mentalización y de amor a la naturaleza, enfin los técncos en mercadotecnia podrán aportar más. La cruda realidad es que ahora apenas hay 600 licencias más que hace seis años en la franja de edad joven. Las nuevas tecnologías, las redes sociales y las actividades más sedentarias vinculadas al 2.0 han apartado de las riberas de los ríos a miles de candidatos, que ni contemplan como opción de diversión una actividad como la pesca, tan desvinculada de la dominante cultura urbana. Algunas asociaciones de pesca realizan actividades para los más pequeños con el ánimo de generar su propia cantera, pero los resultados no sirven ni de lejos para equilibrar números.
Que lejos están los 50.000 pescadores actuales de las cifras de hace años para una temporada en la que no son pocos los contratiempos que han de sortear. El decreto de las especies exóticas, explica Gerardo Orol, vicepresidente de la Federación Gallega de Pesca -entidad que tampoco consigue incrementar el número de federados, apenas tres mil-. En ocasiones, son otras especies las que incordian la labor de los pescadores. «Los cormoranes nos están dejando sin truchas», esgrime Luis Ríos, vicepresidente de la Venatoria Bergantiños, donde han llegado a solicitar que se incluya a estas aves como animales «cazables».
No habrá lluvia mañana. Es de las pocas noticias buenas con que se encontrarán en el inicio de la temporada los pescadores, un gremio que, pese a todas las contrariedades, cada vez se queja menos. Porque cada vez son menos.