Los pescadores del Sella piden destinar más salmones a la repoblación del río
El Esmerillón tiene el compromiso del Principado de revisar la normativa, pues los once ejemplares de 2017 «no son suficientes»
El número actual de ejemplares extraídos del Sella para la reproducción artificial y posterior repoblación de los ríos «no da para nada». Así lo apuntaron ayer desde la sociedad El Esmerillón del Sella durante la Feria Asturcaza, celebrada este fin de semana en Ribadesella. Entienden los pescadores que la normativa actual necesita una actualización que permita un aumento de los ejemplares destinados a fines de repoblación, ya que la cifra del pasado año resultó escasa. «Se sacaron once», explicó el presidente de la sociedad, Antón Caldevilla, que recordó que el censo estimado supera los mil ejemplares. «Hay que cambiar la resolución para poder sacar alguno más», afirmó.
Su intención, dijo, ha sido recogida por el Principado. «Prometieron que lo iban a cambiar este año para poder capturar los salmones necesarios», explicó Caldevilla. Una vez capturados, los ejemplares reproductores se trasladan a las piscifactorías, donde se albergan hasta su maduración. Los posteriores cruzamientos permiten obtener huevos embrionados que dan lugar a los alevines con los que se repueblan los ríos.
La piscifactoría de El Esmerillón ha recuperado precisamente este año la repoblación de salmones -a cargo en los últimos años del Centro de Repoblación de Salmónidos de Avalle- y lo ha hecho debido a la preocupación por la especie. «Los salmones necesitan una ayuda por las avenidas, el cambio climático se está notando», destacó Caldevilla.
Toneladas en alta mar
A las riadas del invierno atribuyen los pescadores que la temporada actual esté resultando «más bien baja». Otro de los factores se encuentra para El Esmerillón en la pesca marítima. «Hay datos de la cantidad de salmones que pescan los barcos», explicó el presidente de la sociedad. De hecho, apuntó a que «este año salieron muchos marcados de las redes, sospechamos que pueden ser descartes que sueltan».
La captura de salmónidos en alta mar tiene implicaciones en la reproducción de la especie y la población de los ríos asturianos. Tras su nacimiento en los cauces, los salmones recorren miles de kilómetros hasta llegar al mar. Alcanzan incluso distancias tan lejanas como «las Islas Feroe», explicó Caldevilla. Sin embargo, la reproducción los trae de vuelta a su lugar de origen. «En el tránsito los pescan a red esos barcos, legalmente y a toneladas», apuntó.
Insiste el presidente de El Esmerillón en el matiz «legal», una permisividad que los pescadores fluviales consideran necesaria atajar. No obstante, son conscientes de la dificultad de la empresa, al implicar a las administraciones de distintos países. «Regular la pesca en alta mar es complicado, ¿cómo le dices a los coreanos o los japoneses que no pesquen con esa flota que tienen?», lamentó.
Pesca sostenible
La sesión ayer programada en la Feria Asturcaza tenía previsto reunir a los presidentes de las asociaciones de pescadores de distintos ríos asturianos con el fin de debatir la transición hacia un futuro sostenible de la especie. Finalmente el debate no fue celebrado, pero El Esmerillón sí abordó la cuestión. Consideran que «el fondo del tema» es la «pesca sin muerte», una posibilidad a la que se oponen. «Estamos en contra porque es una muerte oculta», sostuvo el presidente.
La pesca sin muerte es la opción demandada por los colectivos ecologistas para proteger a la especie, que consideran en «peligro de extinción». A principios de junio, la Coordinadora Ecologista también solicitó al Principado «información acerca de los controles que se están haciendo para evitar la venta de peces de los ríos asturianos». La comercialización está expresamente prohibida por ley, pero el colectivo apunta a que las operaciones continúan realizándose.