La verdad tras Moby Dick: prueban que los cachalotes sí pueden hundir barcos embistiéndolos
Un grupo de investigadores ha comprobado que los cachalotes sí pueden hundir un barco con un tamaño hasta cinco veces mayor, al embestirlo usando su frente como ariete.
Moby Dick cuenta la historia del Capitán Ahab, su ballenero Pequod y su tripulación que se enfrentan a un gigantesco cachalote, que (spoiler alert, aunque tiene 160 años este cuento) embiste al buque y lo hunde. Esta historia está inspirada en hechos reales, después de que el ballenero Essex en Massachusetts, Estados Unidos, fue atacado por un cachalote en el año 1820 y se hundió. Los sobrevivientes a este ataque aseguraron que el gigantesco animal de unos 26 metros embistió la embarcación como si se tratara de un cabrío.
Desde entonces la historia de Essex y Moby Dick inspirarían no solo miles de historias, sino también la curiosidad de los científicos. ¿Es posible que un cachalote pueda usar su frente como ariete para hundir barcos?
Sí, la ciencia dice que sí.
Un estudio publicado en PeerJ, su autora principal Olga Panagiotopoulou (especialista en anatomía, biología ósea y mecánica corporal de animales de gran tamaño en la Universidad de Queensland, Australia) asegura que la frente del cachalote es una de las estructuras anatómicas más extrañas que existen en el reino animal.
De hecho, la estructura es aún más curiosa en los cachalotes machos, y durante décadas la comunidad científica ha especulado sobre el motivo de que sea así, más allá de porque en esta zona se ubica el órgano espermaceti, en el que se almacena el aceite que tanto buscan los barcos balleneros desde hace siglos.
Panagiotopoulou explica que debido a que la frente de los cachalotes machos, además de tener un diseño que favorecería este tipo de ataque, son de mayor tamaño que el de las hembras, lo que querría decir que las embestidas frontales al mejor estilo de un ariete podrían ser usadas por los cachalotes cuando combaten por una hembra, algo que debe suceder mucho tomando en cuenta que cada cachalote macho puede tener hasta 40 hembras como pareja.
La estructura y el diseño de la frente de los cachalotes les permitirían no solo embestir a otros animales (o barcos) sino también resistir el impacto, lo cual es lo más importante. Panagiotopoulou y su equipo experimentaron con simulaciones en computadora y determinaron que ciertamente la colisión en una embestida podría afectar temporalmente a la ballena y su sistema de sonar, pero gracias la mayoría del impacto es absorbido por el órgano espermaceti y los tejidos que lo conectan con el resto del organismo.
En pocas palabras, un cachalote puede embestir y hundir un barco, pero es algo tan extraño que solo lo escuchamos en la ficción.