El campeonato de pesca de Arousa Cup llena la ría de pescadores

La Fundación Arousa Cup celebró ayer en la Ría de Arousa la novena edición de su campeonato de pesca en embarcación fondeada (con cebo natural). Este año el concurso se celebró bajo el nombre "Memorial Joaquín Briones", una denominación que perdurará en próximas convocatorias y que pretende rendir homenaje a uno de los fundadores de la entidad, fallecido a principios de este año.
El certamen fue un auténtico éxito, tanto de asistencia como de capturas. Participaron un total de 92 pescadores, repartidos entre 24 embarcaciones, y lograron más de 200 kilos de pescado, según las estimaciones de la organización, que tuvo que recurrir a un local que un particular le cedió en Carril para poder pesar las piezas. Se extrajeron del mar más de veinte especies diferentes, entre las que no faltaron fanecas, pintos, maragotas, congrios, rayas o calamares, entre otras.
La fundación otorgó cerca de 40 premios. Los más destacados son el del pescado de más peso, que recayó en Elena Domínguez García por capturar una raya de 2.700 gramos; y el del mayor número de piezas, que fue a parar a Álvaro Monteagudo al hacerse con más de un centenar de peces.
En esta edición destacó un nuevo galardón, dedicado a Joaquín Briones y concedido al mejor lote de pesca de lubinas. Rolando Vidal y Vicente Castro, en la Musky, capturaron 14. La embarcación con mayor pesaje fue la Yeyé, de Cambados. "A pesar de que la marea no era la mejor, fueron buenas capturas", valoran los organizadores.
Luego también se otorgaron otros premios más "desenfadados", como por ejemplo al mejor avituallamiento y al mejor "erre que erre" (el que insiste pero no pesca nada). Para "el más gafe", un barco que en cada edición se avería, la organización le obsequió con una Virgen del Carmen.
Los participantes estuvieron en la Ría desde las 9,30 horas hasta las 17,00. Después se procedió al pesaje de las piezas para acto seguido iniciar los preparativos de una cena en el pabellón de Carril que congregó a casi 180 comensales, entre los que no faltó el alcalde de Vilagarcía, Tomás Fole.