El campanu no se presentó.
La primera jornada de la temporada del salmón se cerró sin ninguna captura en los ríos asturianos y provocó que por primera vez desde que se convoca no se celebrase la subasta pública del ejemplar en Cornellana (Salas).
Hacía cinco años que no se cerraba el primer día de pesca sin que el campanu se presentase en los ríos asturianos. Entonces, en 2004, salió un salmón en el Eo. La buena racha se terminó ayer, aunque eso si, con suspense, numerosas personas pendientes durante toda la jornada de la tribuna instalada en el exterior del monasterio de Cornellana. Finalmente, ni campana ni cohetes que anuncian la llegada del campanu.
Buena afluencia de pescadores desde las primeras horas de una jornada dominical que comenzó con optimismo en las orillas de los ríos. «El río está bien, saldrá hoy», comentaba los pescadores titulares de los cotos. Pero según avanzaban las horas el desánimo se apoderaba de aficionados y de los organizadores de la subasta pública que en las tres últimas ediciones habían contado con un campanu madrugador. Habría en los ríos muchos pescadores, con el montón de lances de cada uno de ellos la conclusión para los más pesimistas es que no hay bichos.
Para otros, a pesar del capote general hay buenas perspectivas para la temporada. «Será una buena campaña, repoblamos con 450.000 alevines hace cuatro años y hubo un buen desove en este ejercicio», comentó. Celestino Pérez, presidente de la asociación de pescadores Las Mestas del Narcea, destacando que el agua estaba fría y esto provoca que «los salmones acudan menos al engaño» y que por la tarde ya no se daban las condiciones para pescar por las sueltas de agua. Perez destacó que los salmones invernales, que entran de enero a abril, cada vez lo hacen más tarde lo que hace aconsejable que en un futuro se apueste más por protegerlos.
La misma tónica para el que el Eo, un capote general. Había pocos que dudasen del éxito en la jornada inaugural de la temporada ante las condiciones más que óptimas que presentaba el río. Todo parecía perfecto en cuanto al caudal, transparencia y un día excepcional para hacer posible que el campanu saliese de sus aguas. Además, circuló el rumor de que un buen salmón llevaba varios días brincando en el puente de San Tirso. El desánimo se fue apoderando de los cañas y ya al medio día un buen número de ellos recogiesen sus bártulos y para casa, parafraseando la cara de alegría torera de "voy a los toros" para volver con faz larga: "vengo de los toros".
Comentario general: el salmón tendría que haber salido pronto, ante las buenas condiciones del río, y con pescadores de total garantía de éxito y acreditada experiencia. Al final, resignación y tertulias a pie de cauce, que si las redes en el mar, que los cormoranes que los ríos se han convertido en vertederos , en fin más y mucho de lo que largo y tendido llevamos años hablando.
El Esva no fue menos que los anteriores, buen caudal pero malas espectativas, no se habían localizado salmones en sus aguas en las jornadas previas.
En el Nalón la afluencia fue menor. Los pescadores que se acercaron el primer día de la temporada salmonera señalaron que el nivel estaba bastante alto.
En el Cares, comienzo con nervios y falsas alarmas. Un poco antes de las 9 de la mañana, movilización general, los móbiles humeaban, algo había salido en la cuenca oriental de Asturias, en el Cares-Deva, ¿Será el campanu?. En la zona libre (Pozo del Seu) entre los cotos de Jaces y de Rubena, habían capturado un reo, En el centro de precintaje de El Tilo, en Panes, tirón de orejas por el error y dado que el bicho estaba vivo, fue posteriormente devuelta a las aguas del Cares.
Las aguas del Sella presentaron en este día de apertura de la campaña un buen aspecto, pero carente de salmones. Nadie que sepamos vio pez alguno en las aguas continentales asturianas.
Entre los más madrugadores en lo libre del «puente romano» se encontraba el piragüista internacional Kiko Vega, que agotó sin suerte su turno de treinta minutos . Ni él, ni tampoco el resto de los ribereños y deportistas que esperaron impacientemente por lanzar la varada al popular pozo.
La zona alta de la cuenca del Sella, aguas arriba del coto Cañeres, apenas contó con afluencia de pescadores durante toda la jornada, ni en lo libre ni en acotados. Sin embargo, de Cañeres para abajo la ocupación de los cotos fue total. Por lo que respecta a la zona libre más multitudinaria, Rozaones, como no podía ser de otra manera, congregó a diecisiete ribereños y deportistas para estrenar el horario oficial. «Saldrá a mediodía», vaticinaba José Luis Gutiérrez Soto, conocido popularmente como «Pepón el Barqueru», uno de los grandes maestros de la pesca fluvial.
El desánimo fue afectando poco a poco a los madrugadores pescadores, pues a primera hora de la tarde muchas de las cañas quedaron totalmente recogidas para otra nueva oportunidad. Agua, sí, mucha, además, gélida. Peces, ninguno.