Descubierta una nueva especie de microalga tóxica causante de ciguatera
El hallazgo lo ha realizado un equipo de científicos del IEO que estudia este tipo de microalgas tóxicas en Canarias
Científicos del IEO acaban de publicar en la revista Harmful Algae la descripción de una nueva especie de dinoflagelado tóxico, Gambierdiscus balechii, una especie causante de ciguatera que se ha aislado de unas muestras tomadas en Indonesia.
Investigadores del Instituto Español de Oceanografía (IEO) han descubierto una nueva especie de microalga tóxica, un dinoflagelado del género Gambierdiscus.
La nueva especie, que se ha denominado Gambierdiscus balechii, se ha aislado en muestras tomadas en Indonesia y se trata de una microalga productora de ciguatoxinas. Estas sustancias son las responsables de la ciguatera, la intoxicación alimentaria no bacteriana causada por pescado más extendida en el mundo.
Esta microalga ha sido bautizada en honor al eminente taxónomo argentino Enrique Balech, que falleció en 2007 a los 95 años, tras toda una vida dedicado al estudio del plancton, en especial de los dinoflagelados.
Ciguatera en Canarias
Esta enfermedad afecta principalmente a las zonas tropicales del Pacífico, el Caribe y el Índico, pero también se han registrado algunos casos en Canarias, donde el equipo del IEO que ha descubierto la nueva especie lleva años estudiando este tipo de microalgas.
Actualmente en vigor, los investigadores del IEO están llevando a cabo el proyecto CICAN (http://proyectocican.es/), cuyo objetivo es estudiar la ciguatera en Canarias.
En 2015 se realizó un amplio muestreo en cinco de las islas del archipiélago y este año está planeado profundizar en la distribución y la ecología de las especies detectadas de Gambierdiscus. Se han establecido numerosos cultivos de laboratorio de varias especies potencialmente productoras de ciguatoxinas aisladas de las costas canarias, lo que posibilita realizar estudios toxicológicos.
Con anterioridad a ese proyecto, en 2011, dichos investigadores ya habían descrito una especie nueva del mismo género en Canarias, a la que le habían dado el nombre de G. excentricus. Uno de los primeros resultados de este proyecto fue la descripción de una segunda especie en las Islas Canarias, el G. silvae, también tóxica.
Actualmente, se han detectado en Canarias otras tres especies que ya habían sido descritas antes en aguas del Caribe o de la Polinesia, zonas donde la ciguatera es un importante problema alimentario.
La presencia de estas cinco especies en aguas canarias podría explicar las intoxicaciones de ciguatera que se han registrado en las islas por consumo de medregales o meros, demostrando que no se trata de un fenómeno extraordinario sino normal. Las concentraciones de células de las especies tóxicas que se han registrado en algunas muestras en el curso de este proyecto pueden considerarse equivalentes a las encontradas en algunos lugares del mundo donde la ciguatera es endémica.