Un pescador arroja 15 kilos de langosta al mar en protesta por los bajos precios
Lleva más de 25 años faenando en aguas de las Pitiüses, donde pesca estos crustáceos, que se venden a 63 euros las vivas y a 52 euros las muertas o medio muertas. Las capturadas en África cuestan la mitad
Un pescador arrojó ayer por la tarde aproximadamente 15 kilos de langosta al mar en protesta «por los bajos precios» de este producto, según su opinión. Miguel Pedro Torres Roig, ibicenco de 54 años de edad, que dice llevar «media vida dedicado a la pesca», tiró las capturas de los últimos días al agua enfrente de la Cofradía de Pescadores de Ibiza, a la que pertenece.
Las langostas que cayeron al mar desde el llaüt de Torres estaban ya muertas, por lo que su valor en el mercado podría rondar los 780 euros, según las estimaciones del propio pescador. La protesta fue personal. «No nos ha comunicado nada, todos tenemos problemas, creo que una acción individual no va a ninguna parte», comentó ayer tras conocer la noticia el patrón mayor de la Cofradía de Pescadores de Ibiza, Emilio Benítez.
Precisamente, los miembros de la Cofradía celebran una reunión el lunes en la sede del Consell de Ibiza para analizar la bajada del precio del pescado y del marisco ibicenco. Patricia Narbona, directora general de Pesca del Govern, asistirá en calidad de invitada, según confirmaron ayer desde la conselleria de Presidencia. La reunión ha sido solicitada por los pescaderos, según explicó Benítez.
Torres tiene una amplia experiencia como pescador. Hasta hace tres o cuatro años salía a faenar con su llaüt de diez metros de eslora, de nombre ´Es Vedrá´, acompañado por un marinero profesional, aunque ha tenido que prescindir de sus servicios debido al descenso de la productividad del negocio.
«Que se enteren en el Govern»
«Es un problema de comercialización, hago esta protesta para que se enteren en el Govern», comentó ayer el pescador. «No podemos vender las langostas que capturamos en aguas de las Pitiüses, no las quieren los pescaderos debido a la competencia de las que vienen de fuera», se lamentaba ayer Torres antes de tirar las langostas al agua.
Los pescadores tienen un precio fijo de venta de la langosta: 63 euros el kilo si está viva y 52 euros si está muerta o medio muerta, según explica Torres. Desde la Cofradía de Pescadores de Ibiza confirman que el precio de la langosta viva está fijado en 62,40 euros. «Pero se puede negociar y se suele vender a 60 euros o menos», explicó su patrón mayor.
El pescador que efectuó ayer esta protesta considera que el precio de la langosta que se vende en Ibiza, pero pescada en caladeros de Mallorca o de África, ronda los 30 euros, casi la mitad de la capturada en aguas de las Pitiüses. Benítez coincide con este pescador en que la situación no es buena. «Es cierto que la langosta que procede de los caladeros de Marruecos es más barata», explica el patrón mayor.
«En Mallorca hay subasta, hace dos semanas llegó a venderse la langosta a 30 y 40 euros el kilo», añade Benítez. «El pescado es caro y la situación es muy mala, estamos trabajando para salvar los muebles», comentó ayer el patrón mayor, que no quiere opinar sobre la protesta efectuada por su compañero.
Torres, que solicita ayudas del Govern para el sector pesquero de Ibiza y Formentera, suele faenar en aguas de Santa Eulària, cerca del islote de s´Espardell y en los alrededores de la Mola, donde captura langostas y alguna rotja con el método del trasmallo (arte de pesca formado por tres redes, más tupida la central que las exteriores superpuestas).
Este pescador sale del puerto de Ibiza casi todos los días a las cuatro y media o cinco de la mañana y no regresa a tierra hasta mediodía. Lo normal es que cada jornada pesque entre tres y cinco kilos de langostas, tres o cuatro de estos crustáceos. «Por la tarde continúa el trabajo en tierra, ya que hay que repasar las redes», añade Torres.