Ecologistas en Acción y el GOB exigen la paralización de Port Adriano

Instan al Govern a ampliar las reservas marinas y incluir en ellas la pradera de Posidonia que se está destruyendo con la ampliación del puerto

El pasado mes de abril de 2007, el consejo de administración de Puertos de Baleares aprobó otorgar la concesión de ampliación y explotación del puerto deportivo de El Toro a la empresa OCIBAR, después que el ministerio de Medio Ambiente informase favorablemente sobre la ampliación de este proyecto. Esta ampliación supone casi duplicar el tamaño actual del puerto para crear 84 nuevos amarres para grandes esloras.

En estos momentos las obras se estén ejecutando, y son perfectamente apreciables parte de los importantes impactos ambientales que lleva aparejados la ampliación de esta instalación náutica.

Se está consumando la destrucción de la pradera de Posidonia
El velero Diosa Maat ha estado realizando diversos estudios que demuestran que las obras de ampliación de Port Adriano han sepultado ya unas 2 hectáreas de Posidonia y eutrofizado aproximadamente una hectárea del fondo, lo que supone un total de 3 hectáreas destruidas, pero la superficie total afectada estaría entorno a las 5 hectáreas de pradera, debido a la resuspensión de sedimento y erosión producida por la nueva infraestructura.

Los buzos de estas organizaciones han obtenido imágenes submarinas que demuestran cómo esta pradera ha pasado de tener un buen estado de conservación a encontarnos con zonas de pradera sepultada, zonas donde ha desaparecido por la actividad de la draga y zonas donde la pradera está altamente eutrofizada (sin oxígeno) debido a los vertidos procedentes de la obra, cemento mayoritariamente. Con el conocimiento existente sobre el papel fundamental que juega este ecosistema protegido en la Directiva Hábitat de la UE, es inaceptable que se permitan este tipo de actuaciones en pleno siglo XXI.

Según los estudios realizados a bordo del Diosa Maat, esta pradera tiene una continuidad física con la reserva del Toro y constituye en su totalidad un hábitat a proteger, como si de un bosque se tratara, ya que a mayor superficie en buenas condiciones ecológicas mejor es el servicio ecológico que proporciona. Por ejemplo, diversos estudios sobre el reclutamiento de especies pesqueras en praderas de Posidonia oceanica demuestran que la conservación de éstas praderas juega un papel fundamental en la conservación de los ecosistemas colindantes de los que se obtiene recursos económicos como es la pesca. En este sentido la publicación ¹ de un trabajo de la Universidad de Alicante (Y. del Pilar Ruso & J. T. Bayle Sempere/ Arxius de Miscel·lània Zoològica, 5(2007): 1–11), concluye que las praderas de Posidonia oceanica en la reserva marina de Tabarca, constituye un hábitat determinante para el mantenimiento de la estructura del poblamiento larvario de especies de interés pesqueros. El estado de Florida, en Estados Unidos, en una resolución de su gobierno aprobó la protección de las fanerógamas marinas debido a diversos estudios que demuestran que la conservación de las praderas de fanerógamas marinas genera en la economía de Florida un volumen de negocio de unos 112 millones de dólares, debido a la producción y albergue de especies de interés pesquero y al control erosivo de la costa, elementos que se indican en la resolución oficial del Gobierno de este Estado.

Es imprescindible dotar de protección suficiente a todas las zonas pobladas por Posidonia

La Directiva de Hábitats (92/43/CEE) incluye las praderas de Posidonia entre los hábitats naturales que deben protegerse de forma prioritaria. Por ello, y gracias a la financiación del programa LIFE, entre 2002 y 2006 en Govern contó con fondos para, entre otras acciones, identificar y dotar de protección y planes de gestión a las praderas de Posidonia más importantes de las Baleares. En total se han protegido 17 zonas, 5 de ellas en Mallorca.

Pero el cumplimiento de las obligaciones mínimas de la CAIB ante la Comisión Europea no puede interpretarse como suficiente, ya que la Directiva pretende únicamente preservar una representación de los hábitats naturales presentes en la Unión Europea. La CAIB debería otorgar protección general y concreta para todas las zonas pobladas por Posidonia, ya que estas formaciones son fundamentales para el mantenimiento de la diversidad biológica de nuestras costas, para la conservación y recuperación de las poblaciones de determinadas especies de interés pesquero, e incluso para la estabilidad de la propia costa. Al igual que todos los encinares de las Baleares fueron cartografiados y protegidos mediante la Ley de Espacios Naturales, todas las praderas de Posidonia deberían igualmente ser protegidas adecuadamente ante la destrucción que para ellas suponen proyectos como el de Port Adriano.

La efectividad de las reservas marinas de Malgrats y El Toro pasa por su ampliación y la incorporación de la pradera que está siendo afectada

Las dos reservas próximas a Port Adriano, Malgrats al norte y El Toro al sur, son dos pequeños espacios protegidos que tendrán una efectividad muy limitada si no se controlan los impactos en su entorno. Si se pretende que las reservas tengan resultados apreciables, debería considerarse su ampliación incluyendo los diferentes hábitats naturales colindantes, entre ellos la pradera de Posidonia situada frente a Port Adriano.

Por estos motivos, Ecologistas en Acción y GOB solicitan al Govern de las Islas Baleares que paralice las obras de ampliación de Port Adriano y, a la Consellería de Agricultura y Pesca del Govern de Baleares que incluya en la reserva marina del Toro la pradera de Posidonia oceanica colindante, ya que esta pradera juega un papel fundamental en el mantenimiento de la estructura de los ecosistemas de la reserva marina del Toro y forma un ecosistema de gran interés en su conjunto.

Además, Ecologistas en Acción y GOB no se explican cómo se pueden licitar administrativamente estos proyectos cuando en la Reglamento (CE) 1967/2006 del Consejo sobre pesca en el mediterráneo aparece específicamente ciertos hábitats de interés estratégico para el mantenimiento de la pesca donde se prohíbe el uso de técnicas agresivas con los hábitats sumergidos, tales como, el arrastre de fondo. En esta ley aparece explícitamente la Posidonia oceanica como hábitat protegido².

Las organizaciones ambientalistas entiende que las administraciones públicas deben velar para que este tipo de actuaciones, con este alto grado de impacto sobre los recursos marinos, sean algo del pasado ya que no se encuentra acorde con la planificación política medioambiental de vanguardia que tanto se predica (pero no se pone en práctica).