Un extraño pez abisal aparece en el estómago de un calderón
Tres cetáceos vararon y murieron en Canarias en sólo dos días.Entre el domingo 21 y el lunes 22 de marzo, un delfín moteado (Stenella frontalis), un calderón tropical (Globicephala macrorhynchus) y un zifio de Cuvier (Ziphius cavirsotris) aparecieron flotando en las aguas de Fuerteventura, el primero, y de La Graciosa los otros dos. Una de las curiosidades que mostró el análisis de los cuerpos fue que en el estómago del calderón -una hembra de más de cuatro metros- se halló un ejemplar de pez remo o rey de los arenques (Regalecus glesne), un pez de las profundidades abisales que existe en todo el mundo pero que raramente se ve.
El extraño animal medía sólo 1,5 metros de largo pero se sabe que estos peces pelágicos pueden alcanzar hasta los 11 metros de longitud. Vidal Martín se ha encargado de conservar este ejemplar «que es uno de los peces más largos del mundo y del que sólo hay tres o cuatro citas en Canarias».
Aparentemente, según explicó el presidente de la Sociedad para el Estudio de los Cetáceos en el Archipiélago Canario (Secac), Vidal Martín, no existe relación alguna entre las tres muertes.Los animales están siendo estudiados por el equipo de Anatomía Patológica de la Universidad de Las Palmas de Gran Canaria (ULPGC), que dirige Antonio Fernández, y en el que participa el responsable de las necropsias de cetáceos Manuel Arbelo.
El zifio varado, una pequeña hembra de 2,5 metros, era un recién nacido. Según Arbelo, y a falta de las pruebas microscópicas, el animal tenía signos de sufrimiento fetal. «Probablemente murió en el parto o poco después», aseguró este especialista. Vidal Martín, uno de los mayores especialistas en estos cetáceos cree que el animal no tenía más de uno o dos días de vida ya que tenía debilitados los lóbulos de la aleta caudal.
No es la primera vez que se produce un varamiento de cría de zifio en Canarias. De hecho, según recordó Vidal Martín, «Gran Canaria tiene la cita del varamiento de la cría de zifio más pequeña del mundo». Ocurrió en 1999, en Ojos de Garza, con un ejemplar de Mesoplodon europaeus o zifio de Gervais.
En Lanzarote hacía dos años que no se producía ningún varamiento.El hecho de que el zifio y el calderón tropical encallaran en La Graciosa complicó los análisis ya que dificultó el desplazamiento hasta Lanzarote, donde se realizó la operación. Vidal Martín, quien agradeció a los vecinos de La Graciosa la ayuda prestada con el zifio, tuvo que trasladar el cuerpo del zifio en el barco de línea regular que conecta las dos Islas
El mal estado del mar puede ser el origen de los varamientos.Según el presidente de la Secac, «los temporales hacen que los vectores de población enfermos no aguanten y lo normal es que encallen».
Esta teoría está apoyada por los resultados preliminares de las necropsias, por lo menos en el caso del delfín moteado hallado en Fuerteventura. Manuel Arbelo indicó que el ejemplar era un macho adulto que «parecía bastante mayor». El animal, de hecho, estaba un poco delgado y además tenía los conductos auditivos infectados, «lo que pudo producir la desorientación del delfín».