Los balleneros japoneses son una vergüenza para la humanidad
Mientras los delegados se reúnen en Shimonoseki en la 54ª reunión anual de la Comisión Ballenera Internacional, WWF/Adena insta al gobierno japonés a que deseche su anunciado plan de matar 50 de los amenazados rorcuales norteños.
Aunque se ha estimado que sólo quedan unos 9.000 rorcuales norteños en el Pacífico norte, Japón anunció en febrero sus planes de capturar 50 de estas ballenas como parte de su pretendido programa de "investigación científica". Aunque la Comisión Ballenera Internacional prohibió toda captura de esta especie en 1978 y la moratoria a la caza comercial de ballena está en vigor desde 1986, Japón se ha saltado estas disposiciones aprovechando una laguna de la moratoria, para permitir la investigación científica.
Para la Dra Susan Lieberman (Directora del Programa de Especies de WWF/Adena ): "Esta propuesta es una vergüenza. El gobierno japonés ya planea matar cientos de rorcuales aliblancos durante este año como parte de su fraudulenta ‘caza científica', pero esta es la primera vez que sus arpones apuntan a una especie seriamente amenazada. Con la reunión de actual de la CBI en el puerto de los balleneros japoneses, instamos al gobierno japonés a que renuncie públicamente aquí a esta absurda matanza".
A pesar de décadas de protección, siete de las 13 especies de ballenas continúan en peligro. Mientras tanto, la caza comercial de ballenas no sólo sigue teniendo lugar de modo fraudulento sino que está aumentando. Desde que la moratoria (prohibición total) a la caza comercial de ballenas entró en vigor, los balleneros comerciales (sobre todo japoneses y noruegos) han matado cerca de 23.000 ballenas de cinco especies. Japón y Noruega han anunciado sus intenciones de comerciar internacionalmente con carne de ballena, aunque esta carne está altamente contaminada y su comercio está prohibido internacionalmente.
Para conservar adecuadamente las ballenas, la CBI debe adoptar una moratoria permanente a la caza comercial de ballenas en alta mar, mantener y aumentar los santuarios de ballenas y conservar activamente todas las ballenas, incluyendo las que actualmente no están amenazadas. WWF/Adena pide a Japón que acate las indicaciones del Comité Científico de la CBI, que ha expresado su preocupación por las actividades balleneras japonesas, y que deje de aprovecharse de la laguna de la "caza científica". WWF/Adena espera que en esta reunión Japón sus ya conocidas tácticas y artimañas, deje de buscar la confrontación y trabaje en colaboración con otros gobiernos, con los científicos y con los conservacionistas.
La Dra Lieberman añadió: "Dado el serio peligro en que se encuentran varias poblaciones de ballenas, necesitamos una CBI vigorosa en el siglo XXI. Quizás estemos ante la última oportunidad de salvar estos magníficos animales"