Las costas de Oia y de Nigrán en Galicia reciben en tres días tres cetáceos muertos
Los mamíferos, una ballena y dos calderones, perecieron al quedar atrapados en redes de pesca
Los cadáveres de tres grandes mamíferos marinos han varado durante los últimos días en las costas de Oia y de Nigrán, a menos de dos millas de distancia entre sí. El último fue un calderón común que apareció a primera hora de la mañana de ayer sobre las rocas de Mougás, a la altura del cámping de Oia.
El cetáceo de mayores dimensiones que llegó a las costas estos días fue la ballena de más de ocho metros de longitud y unas 12 toneladas de peso que el pasado sábado arribó moribunda a la costa de Oia y que la marea acabó depositando sobre las rocas de Viladesuso.Desde el pasado viernes se encuentra en una cala de Monteferro, en el término municipal de Nigrán, el cuerpo sin vida de otro calderón común que está en avanzado estado de putrefacción.
Los tres ejemplares fueron examinados por especialistas de la Coordinadora para el Estudio de los Mamíferos Marinos (Cemma), que encontraron en los animales indicios de haber sido víctimas de la captura accidental durante las faenas pesqueras, como restos de redes o síntomas de asfixia. Un total de 167 ejemplares han varado en las costas de Galicia en lo que va de año y la cifra continuará aumentando durante los próximos meses. El año pasado, el número de varamientos registrados en en la comunidad fue de 260, según los datos aportados por el Cemma. La mitad de ellos eran delfines comunes, pero abunda el número de ejemplares aislados de otras especies protegidas, como rorcuales, focas, tortugas, cachalotes o arroaces.
Aproximadamente el 60% de los cetáceos que aparecen varados en las costas gallegas han muerto víctimas de la captura accidental de las faenas pesqueras.Así lo muestran los indicios que el Cemma ha encontrado en muchos de los ejemplares, tales como marcas de las redes de pesca, síntomas de haber fallecido por asfixia, rabos cortados o contusiones que son inexplicables en un medio marino.
Un número reducido de mamíferos marinos aparecen con vida y, en ese caso, los biólogos de la coordinadora vuelven a reintroducirlos en el mar, debido a que no cuentan con instalaciones y medios para su tratamiento en un medio artificial controlado. El 80% de los animales sobre los que se intervino en el 2007 lograron salir vivos de la playa, según indicó el biólogo Alfredo López.
El Cemma también recogió dos lobos marinos que fueron liberados con éxito tras un período de recuperación en cautividad. Actualmente, una tortuga, que pronto será liberada, permanece en fase de recuperación en el acuario de O Grove. Los avisos que recibe la coordinadora proceden de personas que ven a los animales por casualidad mientras pasean o pescan por la costa.