Identifican en Japón una singular y extraña ballena
Hace cinco meses, los científicos japoneses se sorprendieron al ver cómo varaba y moría en su costa una ballena extraña. Ayer, los investigadores proporcionaron un motivo más de asombro, al hacer público que el especimen se ha identificado como un ballena picuda Longman. El valor de esta conclusión radica en el hecho de que se trata de una especie muy rara, y este ejemplar es el séptimo que se conoce.
Sin embargo, la ballena no se lo puso fácil a los científicos para su identificación. Esta tarea llevó varios meses, en los que se trabajó sobre análisis de ADN en el esqueleto del animal y pruebas de su tejido. Para Japón, el hallazgo era de especial importancia, porque era la primera vez que se acercaba una ballena de estas características a Japón. «Fue increíble que encontrásemos a una ballena tan rara», declaró un investigador del acuario de Kagoshima, Nobutaka Kubo.
De un modo parecido se expresó un experto en ballenas, Vic Cockcrfot, acerca de otro hallazgo similar en las costas surafricanas: «Es muy valioso, sencillamente porque no sabemos absolutamente nada acerca de estos animales, debido a que sólo los hemos visto vivos en dos o tres ocasiones».
De hecho, la ballena identificada en Japón es el séptimo ejemplar que se conoce. Como referencia se utilizan dos cráneos que se conservan de hallazgos anteriores, de 1882 y 1986, y que permiten saber que se trata del Indopacetus pacificus , según el nombre que le dio el investigador que la clasificó en primer lugar, y que le dio su denominación, Longman.
Desconocimiento
Por tanto, esta ballena es un territorio virgen y apasionante para los científicos. Se desconoce su tamaño máximo, dónde y de qué se alimenta. Por supuesto, tampoco se han localizado bancos. Sólo se puede especular acerca de si está en peligro de extinción, o si, por el contrario, se deja ver poco.