El mejillón de río que «viaja» en truchas y salmones
Científicos de Lugo estudian la relación parasitaria de la especie «Margaritifera margaritifera», un molusco de agua dulce, que en su etapa larvaria se hospeda en las branquias de los peces de río
El Margaritifera margaritifera. Es un bivalvo de agua dulce, que se encuentra en peligro de extinción, y que, además, está considerado como una especie clave y bioindicadora de la calidad del ecosistema fluvial.
Sus particularidades han llamado la atención del Grupo de Investigación de Peixes e Moluscos (CoPeMol) de la Facultade de Veterinaria da Universidade de Santiago de Compostela, que están profundizando en el estudio de la relación parasitaria que este mejillón de río mantiene con truchas y salmones en el río. Al mismo tiempo, los investigadores lucenses están evaluando la eficacia de estos peces como hospedadores. Lo hacen en el marco del proyecto MargaSalmo, una actuación que se prolongará hasta el 2022 y que cuenta con financiación de la Fundación Biodiversidad del Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico.
El ciclo vital de la Margaritifera margaritifera se caracteriza porque en su fase larvaria vive en las branquias del salmón atlántico (Salmo salar) o de la prima de este, la trucha común (Salmo trutta). Una y otra especie actúan de vehículo de dispersión del bivalvo en los ríos. Un curioso ciclo que sitúa a los peces como «factor indispensable para el o desenvolvemento de calquera estratexia de conservación», explica la profesora del Departamento de Zooloxía, Xenética e Antropoloxía Física da USC y coordinadora del grupo CoPeMol, Paz Ondina.
El proyecto MargaSalmo tiene por objetivo ahondar en el conocimiento de esta curiosa relación que mantienen parásito y hospedador, además de conocer más a fondo aspectos aún desconocidos de las poblaciones ibéricas de este mejillón de río, entre ellas determinar si existen preferencias por parte del bivalvo de una u otra especie si viven en una cuenca o en otra. También analizarán el efecto de la parasitación artificial sobre el bienestar del pez, relata la investigadora.
¿Y de qué valdrá el estudio? Pues los resultados que se obtengan serán aplicables tanto para elaborar el plan de conservación del mejillón de río como para la gestión del ecosistema fluvial. El trabajo permitirá también obtener información sobre las consecuencias que, directa o indirectamente, derivan del cambio global y de la fragmentación del ecosistema fluvial sobre las especies implicadas.
Porque el cambio climático altera las condicións ecológicas de salmones y náyades, «afectando ademais os patróns migratorios dos hospedadores, ao tempo que os obstáculos de orixe antrópico rompen a continuidade fluvial, impedindo o seu movemento e o acceso aos treitos nos que se atopan os mexillóns», sinala Ondina. Esas situaciones entorpecen el ciclo vital del bivalvo, al limitara el contacto de sus poblaciones y una de las dos especies de salmónidos posibles, «que pode non tratarse da máis eficiente como hospedadora, y o alterar súa diversidade xenética, ao reducir a súa capacidade de dispersión e provocar o seu illamento», añade.
Pero, además, el proyecto MargaSalmo permitirá mejorar las técnicas de cultivo a través de la experimentación e incrementar el stock de juveniles de Margaritifera margaritifera, para la repoboación. Y no solo las de Galicia, sino las de toda la península.
De esta forma se podrán asentar las bases conceptuais e técnicas para ampliar os obxectivos de conservación a outras bacías onde a especie está presente.
MargaSalmo da continuidad a la estrategia de conservación iniciada por este equipo de la USC, integrada como una acción del proyecto Life MargalUlla, que se desarrolla en virtud de un convenio con la Consellería de Medio Ambiente y se ejecuta en la estación de cultivo de O Veral. Esta nueva acción investigadora «a prol da conservación e da recuperación do mexillón de río constitúe un proxecto multidisciplinar coordinado desde campus Terra da USC polo equipo de CoPeMol, pero no que tamén participan investigadores/as do grupo Anatomía Patolóxica Veterinaria (Gapavet), especialistas en patoloxía de peixes, e con expertos en química ambiental do grupo Ambiosol», explican los coordinadores.