EL salmón atlántico anádromo (Salmo salar)
El salmón atlántico anádromo (Salmo salar) se cuenta entre las especies más veneradas del planeta. Su capacidad para navegar por el océano, volver a su río natal, saltar obstáculos al parecer impracticables y detectar a través del olfato su misma grava de origen ha asombrado e inspirado a los seres humanos durante miles de años, (esto último ha dado lugar a poblaciones únicas y diferentes en cada río).
Denominado rey de los peces hace más de tres siglos por el escritor inglés Izaac Walton, el espectacular salmón atlántico está hoy en día en peligro de total extinción. Después de dos siglos de una lenta y constante decadencia que coincidió, tanto geográfica como cronológicamente, con el desarrollo de la industria humana, las poblaciones de salmón atlántico en el mundo se han desplomado de forma vertiginosa en el transcurso de las tres últimas décadas. Las capturas de salmón en todo el Atlántico Norte bajaron en más de un 80% entre 1970 y el final del siglo XX. Hoy en día se hallan en los niveles más bajos de la historia conocida. El salmón atlántico ha sido completamente extirpado de gran parte de su zona de distribución originaria y pende de un hilo en otros muchos lugares.
Se halla en unas condiciones precarias en muchos países del Atlántico Norte, hasta el punto de que el salmón atlántico anádromo es abundante hoy sólo en unos pocos ríos. Se sabe que las poblaciones de salmón atlántico gozan de buena salud solamente en tres países: Noruega, Irlanda e Islandia. En Escocia el número de salmones en los ríos es elevado pero las piscifactorías de salmón en sus ríos han destruido muchos de los habitats existentes con la propagación de enfermedades y demás problemas asociados a este tipo de industrias. Las dimensiones habituales de las poblaciones oscilan entre 20 y 2.000 individuos y muy pocos ríos tienen más de 10.000 peces desovadores actualmente. Esto contrasta espectacularmente con los niveles históricos desgraciadamente.
Ya ha desaparecido de 309 ríos y el 90% de las poblaciones seguras está en sólo 4 países En España, el retroceso del salmón durante los últimos 30 años resulta alarmante y viene despertando una creciente preocupación social. Según los expertos no será posible salvar nuestras poblaciones si siguen gestionándose exclusivamente para su captura. Según un estudio hecho público en Madrid por WWF/Adena, en vísperas de la reunión anual de las delegaciones gubernamentales de la Organización para la Conservación del Salmón Atlántico Norte (NASCO) en Mondariz, Galicia, el salmón atlántico silvestre ha desaparecido por completo de por lo menos 309 sistemas fluviales en Europa y Norte América y se requerirían acciones urgentes para evitar la extinción de la especie.
Tom Grasso, Director del Programa de Conservación Marina de WWF-EEUU, declaró: "Para salvar al salmón atlántico, los gobiernos deben restaurar los ríos donde la especie se encuentra amenazada o ha desaparecido y tomar medidas para proteger aquellos otros que aún mantienen poblaciones sanas".
El Estado del Salmón Atlántico Silvestre, una evaluación por ríos, informa que de los 2.005 ríos que históricamente acogían a la especie en ambas orillas del Atlántico, los peces silvestres han desaparecido en Alemania, Suiza, Holanda, Bélgica, la República Checa y Eslovaquia.
La especie se encuentra al borde de la extinción en Estonia, Portugal, Polonia, Estados Unidos y partes de Canadá. Cerca del 90% de las poblaciones sanas conocidas se encuentran sólo en cuatro países: Noruega, Irlanda, Islandia y Escocia. En el resto del área de distribución, el 85% de las poblaciones del salmón atlántico silvestre se encuentra en las categorías de vulnerable, amenazada o crítica.
De acuerdo con el equipo redactor del informe, dirigido por Henning Røed de WWF/Noruega, las cinco amenazas principales para estas poblaciones son: sobrepesca, que reduce los stocks por debajo del nivel crítico; presas y otros obstáculos construidos por el hombre que impiden las migraciones de los salmones; proyectos de ingeniería fluvial que degradan los hábitats y alteran los procesos ecológicos naturales; contaminación de la industria y la agricultura; y acuicultura de salmón, que tiene como efecto la erosión del patrimonio genético de la especie por cruzamiento con los especímenes escapados de las piscifactorías que diseminan también enfermedades.
La captura comercial en el mar y el impacto de los salmones procedente de la cría industrial en las poblaciones silvestres son algunos de los asuntos que se discutirán por los países miembros de NASCO. Bill Taylor, Presidente de ASF, dijo: "El problema de las pesquerías marítimas es la imposibilidad de gestionarlas, ya que las redes no discriminan y, por tanto, matan tanto a salmones de los ríos con poblaciones amenazadas como aquellos otros procedentes de poblaciones florecientes. Resulta imprescindible terminar con la pesca marítima del salmón atlántico".
El estudio advierte que si no se aplican medidas preventivas fuertes, continuará la ya catastrófica disminución de las capturas de salmones silvestres. Los investigadores hallaron que las capturas de salmón en todo el Atlántico Norte cayeron más del 80% entre 1970 y el fin del siglo XX, y se encuentran actualmente en el nivel más bajo conocido en la historia. Los salmones silvestres han resultado completamente eliminados de la mayor parte de su área de distribución original y se encuentran pendientes de un hilo en otras muchas zonas.
César Rodríguez Ruiz, de AEMS-Ríos con Vida y Asesor Científico de WWF/Adena, resumió la situación en nuestro país en cuatro ideas fundamentales: "El retroceso del salmón en España durante los últimos 30 años resulta alarmante y viene despertando una creciente preocupación social; no será posible salvar nuestras poblaciones si siguen gestionándose exclusivamente para su captura, ha de ponerse en práctica una gestión para su conservación.
Con base a este informe WWF/Adena y la Atlantic Salmon Federation (ASF) instaran a los países participantes en la Conferencia de la NASCO, que tendrá lugar en Galicia entre los días 4 y 8 de junio, a que den pasos vitales para asegurar la supervivencia del salmón, incluyendo una moratoria de ciertos tipos de pesquerías y mejor gestión de cuencas.
El salmón en España
Centrándonos más en la problemática de salmón en España, según un estudio realizado por científicos españoles, una población de salmón necesitaría una media de 300 desoves, con un mínimo de 100 hembras, para que la reproducción fuese suficiente para librarse de la extinción. Así pues nos encontramos con que de los 43 ríos históricos españoles que poseían poblaciones de salmón, en 29 de ellos se halla completamente extinguido en la actualidad. De los 14 ríos restantes, en seis de ellos las poblaciones de salmón se encuentran en situación crítica; tres tienen poblaciones que están en peligro; uno se clasifica como población vulnerable y solamente en 4 ríos tienen poblaciones que pueden considerarse sanas según esta clasificación. Los cuatro ríos sanos y por orden de número de peces desovadores son Nalón-Narcea, Deva-Cares, Sella y Bidasoa.
En Galicia destaca el Eo que presenta una lenta recuperación , así como el Masma, Ulla y Lerez. En el Miño las condiciones de pesca profesional y furtiva de su desembocadura han provocado la cási total extinción de la especie.