Mar de Alborán: El cambio climático provoca un aumento de la temperatura
El Centro Oceanográfico de Málaga lleva estudiando diez años este incremento con el proyecto 'Ecomálaga'
Los efectos del cambio climático llegan hasta al mar. Un pequeño incremento en la temperatura del mar de Alborán -que baña Málaga- en un periodo de diez años está siendo estudiado a fondo por los oceanógrafos de Fuengirola para ver sus causas. En principio, este es un indicio del efecto del cambio climático sobre el mar. El proyecto titulado 'Ecomálaga', que estudia parámetros oceanográficos como la temperatura, la salinidad, los nutrientes, entre otros, recogidos periódicamente desde el año 1992. A lo largo de estos ejercicios se ha constatado un aumento de la temperatura del 0,1 y 0,2 grados entre 100 y 200 metros de profundidad. Toda esta gran columna de agua de miles de metros cúbicos necesitaría para calentarse el poder calorífico que generan varias centrales eléctricas al año.
Hoy, Día Mundial del Mar y de la Riqueza Pesquera, es un buen momento para reflexionar qué papel desempeña el mar en el cambio climático que está experimentando la Tierra. Y la pregunta es: ¿Aumenta la temperatura en el mar de Alborán a causa del temible efecto invernadero o por el contrario se debe los cambios normales de los ciclos climáticos? Los resultados del trabajo 'Ecomálaga', realizado durante diez años por los biólogos marinos, físicos y químicos del Centro Oceanográfico de Málaga, en Fuengirola, no dan lugar a dudas. Manuel Vargas, Teodoro Ramírez y Lola Cortés, junto a otros compañeros, recogen desde 1992 datos de parámetros como la salinidad, la temperatura, los nutrientes, el oxígeno disuelto, el fitoplancton, el zooplancton, ictioplancton (larvas de peces) y sedimentos marinos. La recogida de datos se realiza en 24 estaciones frente a las costas malagueñas: en Cabo Pino, bahía de Málaga y Caleta de Vélez.
Pues bien, el aumento de la temperatura durante estos diez años es un hecho. En mediciones a una profundidad de 100 a 200 metros el agua se ha calentado 0,1 a 0,2 grados. Y aunque esta cifra parezca ridícula, no lo es. Lo cierto es que para calentar toda la columna del mar se necesita una gran energía calorífica, según estos científicos. Según sus cálculos, para calentar esta enorme masa de agua se necesitaría la energía que generan varias centrales eléctricas al año. «Esto indica que el mar está absorbiendo de la atmósfera una gran cantidad de energía calorífica, que es la encargada de calentar los miles de metros cúbicos de agua», según indica Lola Cortés.
Pero lo más interesante de este dato es que puede descubrirnos si verdaderamente los efectos del cambio climático se reflejan en el mar o por el contrario este pequeño aumento se debe a un cambio de ciclos naturales. La hipótesis sobre el cambio climático que barajan estos oceanógrafos, físicos y químicos, y que aún tienen que confirmar con el estudio de los cambios en las próximas décadas, es que el calentamiento de la tierra, es decir el efecto invernadero está provocando que los inviernos sean más suaves. «Por este motivo, creemos, que el enfriamiento de las aguas profundas durante el invierno no está produciendo como se venía haciendo hasta ahora, y de ahí podría venir el aumento de la temperatura del mar», según manifiesta Manuel Vargas.
El gas que provoca el efecto invernadero, es decir el calentamiento de la Tierra, es el dióxido de carbono. Precisamente, y como ya publicó este periódico (SUR, 30-7-2001), un grupo de profesores de la Facultad de Ecología de Málaga, tras pasar un mes de prospección en el buque oceanográfico 'Hespérides' obtuvieron un importante dato: el mar actúa como una 'bomba biológica' secuestrando el dióxido de carbono de la atmósfera, lo que podría estar evitando el incremento del efecto invernadero. Por tanto, estos estudios apuntan a que el mar juega un importante papel en este proceso, «que debe seguir siendo estudiado en profundidad», según los científicos del Centro Oceanográfico de Málaga. «El mar podría ser la clave para conocer los verdaderos efectos del cambio climático», puntualizan.
Pero, el mar de Alborán, -que baña Málaga desde las costas de Almería hasta el Estrecho-, paso de aguas entre el Mediterráneo y el Atlántico, que se renuevan cada cien años, tiene una gran riqueza escondida entre sus fondos marinos y muchas curiosidades que descubrir. El mar de Alborán se puede considerar «la antesala del Mediterráneo y por el circulan las masas de agua atlánticas y mediterráneas, proporcionando un sistema de elevada complejidad», según un informe del Oceanográfico. Por tanto, el agua atlántica penetra a través del Estrecho como un «chorro» de velocidades superiores a un metro por segundo, por lo que las corrientes marinas en el Estrecho de Gibraltar son muy fuertes. Estas corrientes y la gran riqueza de fitoplancton (alimento de los peces) hacen de Málaga un punto de gran interés pesquero y están haciendo proliferar en los últimos años instalaciones de cultivos marinos. Es más, parece curioso que la riqueza de fitoplancton se traduce en una escasa transparencia de agua.
Los vientos también juegan un papel importante en la dinámica del mar. Así, los de Poniente pueden llegan a ocasionar un descenso en la temperatura del mar de tres a cuatro grados en cuestión de horas, pudiendo en verano descender hasta los 16-17 grados cuando lo normal en esa época del año es de 20-23 grados. Sin embargo, los vientos de levante provocan que la temperatura del mar sea más cálida y menos salina.