La minería submarina no obtiene luz verde, pero sigue siendo una amenaza para los océanos
- Hoy terminan las negociaciones en la Autoridad Internacional de los Fondos Marinos (ISA, siglas en inglés) en Jamaica para impedir el inicio de la minería submarina, por el momento no han permitido que comience esta industria
- Los fondos marinos aún no están a salvo de una industria destructiva como la minería submarina, a pesar del reciente éxito del histórico Tratado Global de los Océanos y de que más gobiernos han pedido una moratoria
Kingston, Jamaica, 28 de julio de 2023. — Las negociaciones de la Autoridad Internacional de los Fondos Marinos (ISA, en sus siglas en Inglés) concluyen hoy sin que las empresas mineras de aguas profundas obtengan luz verde inmediata para empezar a expoliar los océanos. La oposición a esta industria en el seno de la ISA va en aumento y más de 20 gobiernos piden una pausa.
"La industria minera de los fondos marinos se preparaba para hincar sus dientes mecánicos en el lecho oceánico, pero su apuesta les ha salido mal, ya que han subestimado seriamente la importancia de la ciencia y la equidad frente a una empresa meramente especulativa y lucrativa. Las grietas están apareciendo en lo que hasta ahora ha sido una fortaleza para los intereses de la industria como resultado de la creciente concienciación y movilización de la opinión pública. Está claro que la mayoría de los gobiernos no quieren que su legado sea dar luz verde a la destrucción de los océanos", declara Marta Martín-Borregón, responsable de Océanos de Greenpeace España.
Las decisiones adoptadas por el Consejo de la ISA el 21 de julio significan que, una mayoría de países -entre ellos España, Brasil, Costa Rica, Chile, Vanuatu, Alemania y Suiza- no cedieron a las presiones de la industria -apoyada por naciones como Noruega, Nauru y México- para acelerar las normas de la minería submarina. El precio de las acciones de la empresa The Metals Company, líder del sector, se desplomó como consecuencia de la reacción de los mercados ante la noticia[1]. Sin embargo, la ISA sigue sin cerrar una laguna legal para que las empresas empiecen a extraer el año que viene.
En la asamblea de la ISA esta semana, los países a favor de la minería reaccionaron intentando silenciar la creciente resistencia a la minería submarina en el mismo lugar donde se está negociando. Hasta el viernes por la mañana, China seguía oponiéndose a una propuesta de los gobiernos de América Latina, el Pacífico y Europa para abrir un espacio de debate. Estos intentos de restringir la oposición a la minería submarina fueron más allá de la mesa de negociación, ya que la Secretaría de la ISA, acusada con frecuencia de estar demasiado cerca de la industria, restringió a los periodistas y reprimió las protestas pacíficas durante las reuniones.
"Los inversores que observen lo ocurrido la semana pasada sólo verán una industria desesperada que intenta mantener la ilusión de que tiene algún futuro. Si la minería submarina fuera realmente tan sostenible como afirman los mineros y sus corazones estuvieran realmente involucrados en ayudar a la crisis climática, ¿por qué bloquear la discrepancia? Durante estas semanas ha quedado claro que presionar irresponsablemente para explotar las profundidades marinas en medio de una crisis climática no sólo es imprudente, sino políticamente tóxico. El mundo está luchando contra la minería submarina; queda una gran batalla por delante, pero la lucha está en marcha", prosigue Martín-Borregón.
El mundo se está dando cuenta de la importancia de la amenaza que supone la minería submarina. Personas de todo el mundo se suman a los llamamientos de los pueblos indígenas: 37 instituciones financieras, más de 750 científicos y la industria pesquera también han pedido que se detenga.
Greenpeace cree que la forma de detener esta industria es mediante una moratoria que se centre en establecer una protección y que exija que más gobiernos se pronuncien para salvaguardar el océano.