Lo mejor para el salmón sería una campaña sin pesca
Biólogos asturianos coinciden en que resultaría beneficioso para la especie que no se levantase la veda
Fuente El Comercio Digital. J. L. CALLEJA
La posible suspensión de la temporada de pesca del salmón a causa de la crisis sanitaria resultaría «positivo» para su supervivencia. Esa es la opinión al menos que comparten los expertos que aconsejan, en el caso de que el parón se extendiese menos de un mes y medio, realizar restricciones o aplicar pescar sin muerte. Los expertos consultados alertan de que la especie «vive en peligro» en Asturias y apuntan al cambio climático y a la pesca en el mar como principales problemas.
José Luis Benito (Burgos, 1965), que realiza como biólogo trabajos de varias especies para el patrimonio natural, entiende que sería beneficioso para el salmón que se suspendiese la temporada, «porque quedarían más ejemplares para la reproducción y ayudaría a su recuperación». No ve, de todas formas, problema en que se atrase, al entender que no se ocasiona «ningún perjuicio». Este ovetense de adopción comprende que la pesca es un recurso turístico, pero ante el estado de alarma «no sería traumático un año sin pesca, la salud pública es más importante». Benito es partidario de que si al final solo quedase mes y medio de temporada se levantase la veda, pero con restricciones de cupo (dos en vez de cuatro) o que solo se permitiese la pesca sin muerte, «como en otros países en los que hay mayor abundancia de salmónidos». Y añade en referencia a la citada modalidad que «se podría practicar sin problema hasta el 31 de julio». Sobre la evolución del salmón los últimos años y cuál es su problema real, cree que tiene que entenderse de una forma «global». Precisa, no obstante, que uno de los aspectos que afecta negativamente es «la pesca en la desembocadura de los ríos y en la costa», sin olvidar el «mal estado» de algunas zonas fluviales.
Por su parte, Hugo Mortera (Gijón, 1968), biólogo experto en censos piscícolas y estudios de impactos ambientales, tiene claro que cuanta «menos presión» tenga el salmón será mejor para su existencia tras reflejarse un evidente descenso de capturas desde el año 2000. La posibilidad de que no se celebre la temporada es, a su juicio, «positivo, porque habrá más ejemplares para años venideros», mientras que ante la opción de que se levantase tarde la veda y solo hubiese mes y medio de pesca subraya que «podría hacerse con algún tipo de restricción como bajar el cupo», aunque otra posible solución, según apunta, sería «pescar sin muerte hasta el 31 de julio, que contentaría al menos a parte del colectivo, pero habrá que esperar ante la incertidumbre que vivimos». De los problemas que afectan al salmón incide en el cambio climático que, en su opinión, será difícil de solucionar, «porque tendrían que ponerse de acuerdo muchos países y parece inviable». También apunta que se suman en su contra otros factores como el hombre (furtivismo y pesca deportiva), los depredadores, las presas, que dificultan su remonte, y las capturas en el mar, aunque precisa que «no sabemos en qué porcentaje afecta cada uno de ellos».
Mientras, Francisco Quirós 'Chesco' (Pola de Siero, 1965), biólogo y guarda en la zona de Infiesto, contempla de manera positiva que se suspendiese la campaña para que mejoren los números de la especie en el Sella y el Piloña, que son las cuencas que controla. «Comprendo que quienes hayan adquirido cotos tengan la ilusión de ir a pescar, pero meternos en una apertura en junio sería una error», indica. Además, el hecho de que no se celebrase conllevaría «un mayor número de reproductores en el río». Reconoce que en el recuento anual del pasado otoño el Sella, con 1005, lidera el número de ejemplares por delante del Narcea (612), el Cares-Deva (450), el Esva (150) y el Eo (51). Sin embargo, según explica, «el descenso de la población cada año es evidente y el censo también baja». De los problemas del salmón explica que «parece que lo sabemos todo, pero no damos con su mal».
Sin pescadores ayer
La imposibilidad de levantarse la veda por la crisis sanitaria se reflejó ayer con los ríos asturianos sin pescadores en un día señalado por la normativa para el inicio de la temporada con la consiguiente captura del campanu, el primer salmón del año. Narcea y Sella presentaron un magníco aspecto, al igual que Eo y Esva, mientras que el Cares se encontraba turbio.