Dos ferrolanos en la élite mundial de la pesca
Óscar Beceiro y Nacho Granda acaban de ganar el bronce con la selección española y capitanearán al combinado gallego femenino
«No tengo recuerdos de antes de que empezase a gustarme la pesca», reconoce Óscar Beceiro (Valdoviño, 1969). Su pasión por este deporte comenzó con cinco años, recuerda: «Empecé en el lago de Valdoviño, me llevaban mi abuelo y mis padres para tenerme entretenido, ahora llevo más de cuarenta años pescando y ya no tengo recuerdos de antes», señala. Lo que comenzó como una afición lo ha convertido en su modo de vida y le ha alzado como deportista de élite. «La pesca deportiva en España no da para vivir profesionalmente, aunque cualquier deportista que sea mundialista podría vivir de su deporte. Mi trabajo está ligado, soy comercial de artículos de pesca», explica Beceiro.
Pero habitualmente no está solo con la caña. Ha formado pareja con Nacho Granda (Ferrol, 1967), lo que les ha llevado a lo más alto de este deporte. Pescan juntos desde hace alrededor de seis años. ¿En qué consiste la pesca en dúo? «A nivel nacional se pesca con cuatro cañas, dos cada uno, estamos en un espacio de 40 metros donde nos tenemos que colocar. A nivel mundial cambia, pescamos los dos solo con una caña», indica Beceiro.
Granda conoció a Beceiro cuando regentaba un antiguo negocio del sector en Ferrol, Pesca más, y luego en la escuela de pesca del mismo nombre. «Empecé hace siete años. Me dedico al mar y cuando fue lo del Prestige dejamos de ir, tenía mucho tiempo libre y empecé a pescar con la caña» recuerda. Así comenzó a frecuentar la tienda de su compañero. «Lo que Óscar me enseñaba lo practicaba en la playa. Y como me salía bien empecé a competir», cuenta.
Acaban de conseguir una gesta histórica, alzarse con la medalla de bronce con la selección española en el Campeonato del Mundo de Selecciones Nacionales de mar-costa en Peñíscola y con el séptimo puesto, empatados con sextos y quintos, en la modalidad de dúo. «El noventa por ciento de las competiciones son en el Mediterráneo, así que hacemos un período de adaptación», comenta. Hasta hace medio lustro no había pescadores del norte de España en la alta competición, era todo gente del Mediterráneo.
Esta práctica varía considerablemente según dónde se lleve a cabo. «En el Mediterráneo son aguas más tranquilas, especies más pequeñas que las nuestras, hay que pescar con hilos más finos...», detalla. Y para no desacostumbrarse, asegura que cuando están en Ferrol suelen pescar en playas parecidas, donde no haya rompiente y con pescado pequeño. «La Federación Gallega antiguamente te metía en aguas abiertas como Doniños o Valdoviño, una pelea de olas con plomo grande, que no se parecía nada al Mediterráneo. Hoy en día el circuito competición en Galicia es de playas de ría», explica.
¿Qué engancha? «Empecé a cogerle el gusto desde un principio, mi vida estuvo siempre ligada a la pesca. Y cuando empiezas, la competición tiene un veneno que engancha. Llevo cantidad de campeonatos y las mariposillas del estómago las tengo siempre. Y el día que no lo sienta dejaré de competir», admite Beceiro. Para Granda el secreto de este deporte que cautiva es ver cómo evolucionas y como siempre hay resultados. «Siempre que iba pescaba y al final me enganché. Los resultados siempre han sido buenos, he ido ganando bastantes competiciones. Estos dos últimos años conseguí el campeonato gallego, me ha ido siempre bien», reconoce Nacho. Sus expectativas pasan por revalidar el título por tercer año consecutivo.
Palmarés
En el palmarés del dúo cuelgan ya logros como el sexto puesto en el campeonato de alta competición nacional, el decimoséptimo de España y el bronce en la liga de clubes gallegos con el Riomar. Por delante quedan campeonatos como el gallego y también ejercerán de capitanes de la selección gallega de damas.