Ayer, dos salmones. El Principado estudia medidas para proteger al salmón
Ayer, dos salmones. Sella y Narcea
En el Sella pescó Miguel Ángel Cibrián Martínez, un añal de 2,500 kilos en el coto Golondrosu. En el Narcea Julio Alberto Fernández Prieto, que sacó en zona libre un pez de 3,100 kilos.
En otro orden y tras la alarma de una temporada nefasta y la drástica reducción en la entrada de ejemplares a los ríos, reflejada en una disminución de las capturas del 80 por ciento (se precintaron 239 peces, por 1.341 a estas alturas del año pasado).el gobierno del Principado se mueve y sopesa establecer para la temporada de pesca 2010 una batería de medidas, todas con la intención de proteger la especie. No descarta atrasar la fecha de apertura de los ríos, ni tampoco reducir el actual cupo de ocho salmones por pescador y temporada ahondando en las pocas conclusiones que se sacaron de las las Jornadas Técnicas Internacionales de finales de junio en Soto del Barco, donde se constató que el salmón está en franca regresión en las aguas continentales de todo el Arco Atlántico.
Los números de esta campaña son demoledores, la peor desde 1949, año en que se establecieron los cotos y se comenzó a realizar estadísticas. Por ello, en la próxima reunión del Consejo Regional de Pesca se van a estudiar las medidas a adoptar para no terminar del todo con los ya escasos recursos piscícolas, y más en concreto con el salmón.
Según pudimos saber, el Principado desea consensuar ese paquete de medidas conservacionistas con sus sociedades colaboradoras, de las que espera sugerencias. Como también las espera de cualquier aficionado. Y es probable que algunas de las novedades se concreten ya en agosto, cuando comienza la admisión de solicitudes para los cotos de la campaña de 2010.
Por lo pronto, lo que podemos avanzar es que entra en lo probable que se modifique el inicio de la próxima campaña, que del habitual tercer domingo de marzo podría retrasarse a primeros o, incluso, mediados de abril. Esta novedad tendría por finalidad proteger el gran salmón invernal, que está en franca regresión.
Otra opción que se baraja sería la de restringir a la pesca sin muerte la actividad en esas áreas de reserva genética. Y una tercera alternativa sería la de fijar una talla máxima, que serviría igualmente al propósito de preservar a esos grandes y ya muy escasos ejemplares invernales.
Otras medidas que podrían ponerse sobre la mesa irían incluso un paso más allá en la tendencia conservacionista. Así, se sopesa establecer un segundo día de vedado semanal para añadir al jueves -probablemente el lunes-, así como reducir el actual cupo de ocho capturas por pescador y temporada. Son unas decisiones que se admite que no gustarán a los deportistas de la caña, pero que desde el Principado se argumenta que resultan necesarias ante el evidente descenso de los recursos piscícolas de los ríos.