Espacio Natural da Costa da Vela. Un gran mirador del Morrazo
El Espacio Natural da Costa da Vela, declarado Lugar de Interés Comunitario (LIC), comprende la franja de litoral que desde Punta Couso, límite occidental de la Ría de Aldán, corre al Sur 3,94 Millas, abrupta con acantilados de gran belleza paisajística que llegan a alcanzar los 160 m. de altura en la llamada Costa da Vela o Suavela, para romperlos en playas que mantienen su naturaleza virgen en el requiebro costero que se adentra 1 Milla en la Ría de Vigo.
Toda su superficie, la más occidental de la península del Morrazo (Concello de Cangas), mantiene una naturaleza virgen en el que el mar, sistemas dunares, la vegetación, bosques de coníferas y colonias de aves marinas, son dueños del paisaje.
Una tierra y mar no exentos de leyendas representadas en su mayor cota, el Monte Facho, en la parroquia de Donon. Se podría pensar que con sus 160 metros de elevación sobre el mar, no fuera una determinante posición estratégica; nunca más lejos de la realidad. Es posible abarcar un cuadro donde y desde el Cabo Silleiro en Baiona, muestra las bocas sur y norte de la Ría de Vigo, casi tocando la totalidad de las islas Cíes, la Ría de Pontevedra y Ons y la inmensidad del Atlántico.
La palabra “facho” significa en gallego antorcha, el término “donón” (barrio donde está ubicado el monte) posible palabra de origen celta que significaba recinto de piedra. Su mágnifico emplazamiento geográfico - estratégico hizo que desde tiempos remotos estuviera habitado por varias civilizaciones. Los antiguos eran... antiguos, pero no tontos.
En su altura se encuentra, la excavación del poblado castreño de “Beróbriga” , con indicios de existir antes de este poblado castreño, uno mucho más antiguo, quizás del s. X al VII a.c. habitado por la tribu conocida como Helleni, habitantes de esta comarca.
Zona sagrada y de peregrinación dedicada al dios “Bero Bero” como testifican las 174 aras encontradas dedicadas a esta divinidad de origen Celta.
Muy cerca de estas excavaciones en lo más alto de la cumbre existe un garita de vigilancia. Su aspecto actual es del s. XVIII pero sus bases forman parte de un faro prerromano o romano del sistema de aviso defensivo costero donde por medio de una hoguera de paja mojada (facho) para que soltara mucho humo en su ignición y fuera divisado desde otros puntos de la costa.
Con estos antecedentes os podéis imaginar las impresionantes vistas desde la garita del Monte Facho.
Las playas, como la playa de Melide y la nudista playa de Barra, conservan un entorno muy natural. En el sistema dunar de la playa de Barra podemos encontrar hasta 140 especies distintas de vegetales adaptados.
Entre la fauna destacan las aves, como la gaviota patiamarilla, la gaviota sombría, el cormorán grande y el cormorán moñudo; en los acantilados, el halcón peregrino.
Se puede llegar en coche hasta la ladera del Monte Facho y desde allí hacer una pequeña excursión hasta su cima por un sendero empedrado quizá tan antiguo como el castro que encontraremos en lo alto .
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