El tómbolo de Buciero. La referencia del mar cántabro por oriente.
El Buciero es un macizo rocoso calizo que destaca en el paisaje de la costa oriental de Cantabria.
Con una altitud de 378 m (pico Ganzo) se adentra altivo en la mar al que cae vertical como cancerbero contra las oleadas del Cantábrico. Gran referente para el nauta en sus travesías por esta costa, su esbeltez se divisa en días claros desde el Igueldo, muy lejos, ya en tierras de Donostia o desde Ajo, donde la costa cambia su rumbo en el centro litoral de Cantabria.
Su calidad paisajística es elevada. Desde la mar, sus cortadas y acantilados, cuevas submarinas, la vegetación tonteando con la salada, no te deja indiferente. De pronto un faro tímido, el del Caballo después de sentirte pequeño ante un cíclope petreo para que te observe la linterna sobre la blancura de su torre del faro de Punta Pescador.
Por tierra, la asociación de la gran variedad de elementos naturales, playas, costa, marismas, fauna y vegetación le convierten en un lugar de extraordinario valor ambiental con el encinar cántabro y sus peculiaridades botánicas; las mediterráneas (encina, laurel, madroño), y atlánticas (avellano, cerezo silvestre, espino albar) y de placenteros contrastes. Es así… diversidad y belleza entre lo blanco de sus rocas calizas y el verde intenso del sotobosque de matorral alto, denso, frágil y valioso protegido por Red Natura 2000, LIC y ZEPA.
Sumando más, la historia desde el albur de los tiempos nos da cancha para recordar nuestro pasado. Varias cuevas con yacimientos prehistóricos del periodo magdaleniense en la más importante, conocida como el Abrigo del Perro. También desde los romanos que probablemente construyeron el Portus Victoriae, el hombre se obsesionó por controlar todo lo que la mar les deparase. Los fuertes de San Carlos y San Martín s.XVII o el levantado por las tropas de Napoleón que hoy lleva su nombre a las baterías de la edad moderna en sus lomas en previsión de ataques foráneos.
Podríamos con todo lo anterior considerarlo un lugar mítico. Yo estoy convencido.