Isla de Lobos. Parque Natural. Rutas y senderos en la isla Norte de Fuerteventura
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Si buscas conocer lo mejor del archpiélago canario, y visitando Fuerteventura, estas de suerte. En la norteña Isla de Lobos, a muy poco tiempo de la turística Corralejo, en un placentero viaje por mar, encontrarás en su extensión un inventario de lo mejor de las Islas Afortunadas te pueden ofrecer. Un volcán, una preciosa playa, un poblado, salinas, un faro , un mar rico, un parque natural p`rotegido y tranquilidad, mucha tranquilidad entre lavas, basaltos, arena y poca vegetación. Quizas le falte el verdor de La Palma o el bosque de Anaga, pero no lo dudes, la Isla de Lobos, nos depara naturaleza salvaje y espectaculares parajes vírgenes donde combinar el disfrute de su costa, calas y playas con un recorrido por sus senderos.
De un paseo por esta isla, trata este artículo , disfrutarlo.
La señalética de los senderos están bien definida, no tendréis pérdida si respetáis la normativa del parque ya que está prohibido abandonar los senderos.
Con calzado adecuado, (evitar hacerlo con las conocidas “cholas”) y visera, la solana pega duro, la andaina comienza en el embarcadero del Puertito, donde existe un centro de visitantes con información de la isla, que forma parte del Parque Natural de Corralejo.
Un poco más hacia el este del centro de interpretación, se encuentran una zona de acampada y las casas de El Puertito. El sendero principal atraviesa el islote desde el S, por el interior y hasta el faro.
La primera posible desviación casi al inicio de la ruta, a unos 700 m, la Playa de la Concha, que la dejaremos a la izquierda.
Continuando el camino en dirección norte, pasaremos por un cruce desde el que parte un sendero que se dirige hacia las salinas del Marrajo.
Por este tramo, atravesaremos zonas de tabaiba dulce (Euphorbia balsamifera) y aulagas (Calicotome spinosa), manteniendo a la izquierda la montaña de La Caldera.
Más adelante encontraremos un desvío que nos lleva directamente al volcán de La Caldera, el techo isleño con sus 127 m donde hay un mirador para hacer las mejores fotos.
Este desvío recorre sus primeros 400 m sin desnivel, para ascender por un sendero con pendiente considerable unos 500 m para cumbrear.
Desde su cima te asombrarán unas privilegiadas vistas hacia Lanzarote, las Dunas de Corralejo y por supuesto de la isla de Lobos.
Después del cruce con el sendero que se dirige a La Caldera, podremos observar a la izquierda el Llano de Los Labrantes, donde en 1860 se instalaron los trabajadores portugueses que construyeron el faro, y donde aún quedan restos de pequeñas chozas de piedra seca.
Posteriormente, el sendero pasa entre el Morro de Las Pilas y Morro Escarchado, siempre acompañado de la vegetación característica del islote.
Al pasar Morro Colorado, podremos vislumbrar ya el faro sobre la montaña de Martiño y el final del sendero, no sin antes pasar por el saladar del faro.
Antes de subir la montaña de Martiño hasta el faro, existe un cruce donde podremos decidir volver a El Muelle por el mismo camino o bien tomar un sendero que recorre la isla de norte a sur por la zona oriental por el ecosistema singular de las Lagunitas.
De las playas y calas de Lobos, sólo se permite el acceso a la playa de la Concha o Playa de la Caleta y a la cala de El Puertito. El resto de playas tiene el acceso restringido.
En Lobos sólo hay un restaurante, (bueno, decior restaurante es elevarlo de categoría) por lo que si quieres asegurarte la comida se recomienda reservar en él una vez llegues al islote, o bien puedes llevarte tu propio almuerzo.
El Restaurante no tiene perdida, es propiedad de la familia del antiguo farero de Lobos, y la única familia que a día de hoy habita en el islote.