De Suances a Comillas
Cartas IHM: 401, 4012 Distancia Suances-Comillas: 12 M
La primera milla y media del recorrido desde la “Punta del Dichoso” a la “Punta Negra”, así conocida por los naturales a la tajada y negruzca “Punta Ballota” lo forma la “Ensenada de Cabrera”. Totalmente abierta al N, no presenta un gran interés y podría pasar desapercibida si no fuera por lo que significa internacionalmente para el surf en todas sus modalidades.
Sin la menor duda, hablar de la playa fraccionada por el entrante de “Punta Sopico”, a las que se accede por una escalera que sortea el acantilado, de aguas transparentes, con picos de olas consistentes que funcionan siempre bien, durante todas las épocas del año, potentes en las bajamares y orilleras con la marea alta es tener en mente la playa de los “Locos”. Tienen que darse muy malas condiciones para no advertir las evoluciones de los deportistas que enfundados en neopreno sortean y aprovechan las buenas ondas que esta ensenada les ofrece.
Saliendo al NNE, tajada, negruzca la “Punta Ballota” contempla a su pie la piedra “Percebera”, que tímida solo descubre en bajamar. En pleamar deja paso hondable para pequeñas motoras. La costa prosigue las siguientes 4 M en neta dirección SW.
Si navegamos alejados de la costa en 43º 34.098’ N 004º 07.81’ W fondea la boya aerogenerador Idermar II con marca especial amarilla y luz del mismo color.
Destacable en esta costa acantilada en la primera milla hasta la “Playa del Sable” y la “Ensenada de Santa Justa” tres piedras peligrosas por fuera de la isobática de 5 m.
Al 242º de Pta. Ballota a 0,31M (570 m) (wp) bajo entre sondas de 7/8 m.
A 160 m al SW de la piedra anterior, otra en profundidades parecidas (wp).
A la misma demora de Pta. Ballota a 0,6M (1,140 m) entre profundidades de 11 m (wp).
Las playas del Sable y la pequeña de Santa Justa son inabordables por la cantidad de pedrerío en sus aguas.
Destaca de esta ensenada un anticlinal, (pliegue de la corteza terrestre que presenta los estratos más antiguos en su núcleo) catalogado como punto de interés geomorfológico. La erosión vació su interior y la cavidad terminó dando cobijo a una ermita al borde del mar y que, independientemente de no tener un estilo que llame la atención, se limita a dos paredes y un tejado ceñidos al anticlinal, sin decoración alguna, lo curioso de su ubicación en la falla geológica origina que sea una de las estampas costeras más conocidas de Cantabria. El interior que contiene las reliquias de las santas Justa y Rufina puede visitarse cada 19 de julio, día en el que se celebra una romería. La actual edificación debió ser levantada en el siglo XVI.
Encima de las rocas que separan las playas del Sable y de Santa Justa destacan las ruinas de torreón medieval de San Telmo, con leyenda marinera incluida, que relaciona su adscripción, a la salvación de unos marineros que naufragaron frente a estas costas por el santo, cuando iban de peregrinación a Compostela.
Persiste la costa con características similares, misma dirección, acantilados de mediana altura, pequeños salientes y sin piedras por fuera de la batimetría de 5 m, hasta la “Ensenada de Puerto Calderón” (1,7 M). Cerrada por oriente por la “Punta del Poyo” es un entrante de pequeñas dimensiones, 380 m de ancho y 250 m de fondo con profundidades de los 6 a los 16 m, dos bajos fácilmente manejable en su interior y tres piedras siempre visibles en su parte W. De los bajos citados, el primero en su ribera oriental en 3/3,5 m de agua en wp: 43º 24,771´N 004º 08,002´W y el segundo en el mismo veril pero en el centro de la dársena llegando ya a su fondo en wp: 43º 24,750´N 004º 08,075´W. Con fondos de piedra y arena ofrece buen abrigo para el fondeo de embarcaciones con vientos del NE y NW.
Si Santa Justa tiene su historia, no le va a la zaga esta ensenada. Fue puerto romano, medieval, fondeadero de submarinos alemanes que operaban en el Cantábrico en la Guerra Mundial y finalmente embarcadero de mineral.
En la actualidad el puerto solo es visitado por botes pequeños de pesca y embarcaciones deportivas.
A 0,6 M (1,160 m) de la ensenada al 260º destaca la escabrosa “Punta Calderón” con tres piedras a sus pies.
A levante de esta punta en wp: 43º 24,778´N 004º 08,872´W fondea una piedra con menor fondo entre 10 m de agua.
En el veril de los 3 m varias piedras en el contorno del cabo.
Al SW y en línea con su costa en sondas de 4 m piedra sumergida en 43º 24,658´N 004º 09,231´W.
A 1,3 M de Calderón en “Punta Sartén” (escarpada cuando se observa desde levante), cambia la fisonomía costera, que deja de ser rectilínea para presentar salientes y entrantes.Cabos como “Rebollera”, “Punta de Ruiloba”, “Punta de las Cornejas”, “Punta Miradoiro” y “Punta de la Guerra” que cierran ensenadas de diferentes tamaños; “Luaña” con una buena playa; “Fonfrría” con fondo de piedra y la de “Comillas” que alberga la playa y el pequeño puerto.
Los bajos y piedras con menores sondas en fondos a partir de 4 m entre Pta. Calderón y Pta. Miradoiro:
Entre las puntas Calderón y Sartén (wp). Piedra rodeada de 5 m de agua.
A levante de Sartén (wp), roca velando en sondas de 5 m.
Al NNW de Rebollera (wp) bajo entre sodas de 4 m.
Punta Ruiloba despide arrecifes en su contorno hasta 380 m mar adentro.
Punta Cornejas despide arrecifes en su contorno hasta 150 m mar adentro.
Al NW de la Punta Miradoiro (wp)bajo en isobática de 4 m.
Comillas
Este pequeño puerto del occidente cántabro está protegido por un dique de abrigo de 50 m balizado en su punta (f) construido sobre el arrecife y en el interior de una pequeña dársena poligonal formada por dos malecones con la bocana orientada al S.
La punta de ambos malecones está balizadas. (f)
Para acceder a este puerto están establecidas dos enfilaciones, de las cuales la primera de entrada a la dársena está de momento fuera de utilización ya que una de sus baliza está cegada por una construcción.
La primera nos ayudaría a navegar libre de los bajos que fondean al E del puerto. La segunda enfilación nos lleva desde el E/W del dique exterior a la bocana del puerto.
Con mala mar, la bocana que solo tiene 10 m de ancho tiene mucha correntía de mar. En temporales las olas pueden saltar por encima del dique. En bajamares equinociales queda en seco. El fondo es de arena y fango.
La entrada no es fácil, la canal es estrecha, tiene poco fondo y desbordada de piedras y además la enfilación en tierra está cegada y fuera de fucionamiento. La vuelta brusca hacia el N para acceder a la bocana nos atraviesa a la mar, por lo que se aconseja realizar la maniobra con buen tiempo.
Con mar, dentro del puerto se sufre una fuerte resaca que lo hace inaguantable, o se dispone de buenas y muchas defensas o nos arriesgamos a dejar los costados deshechos.
No se deberá intentar la arribada con mal tiempo. Con mar gruesa, las rompientes se montan a larga distancia de la orilla. La ola sube en demasía por lo que la mala gobernabilidad de la embarcación es notoria, además en un canal estrecho, con auténticos pedregales a Br y Er, fondos de piedra en fin no se citan más inconvenientes.