Navegando la costa de Andalucía. Generalidades
Cantaba Alberti en su “Marinero en Tierra”:
"Mi pueblo tiene castillos, pero además una mar, un mar de añil y grande, mi amor, donde guerrear".
Así, nostálgicamente, recordaba su mar andaluz, que definía como grande; y a buena Fe que es verdad.
Si el color lo definía en general como añil, el punto de confluencia del Mediterráneo con el Atlántico en el Estrecho de Gibraltar nos marca la gran disimilitud.
Dos costas y mares totalmente diferenciadas, distintas por su orografía y configuración geográfica: Andalucía Occidental entre Portugal y el Estrecho y Andalucía Oriental, bañada por el Mediterraneo. Una total diferencia en sus aguas, vientos, corrientes es la razón de separarlas y leerlas no como un todo. Del perfil costero de Andalucía, dividido en los 403 kilómetros atlánticos contando con los ríos navegables y marismas, las costas del Estrecho, y los 697 mediterráneos; así divididos trata este trabajo.
Andalucía Occidental se encuentra en el extremo SW de la Península Ibérica; tierras de Huelva y Cádiz a caballo entre el "fado" portugués y lo exótico del continente africano. Corresponde al conocido por los mareantes como Saco de Cádiz, englobando desde el cabo San Vicente (Portugal), el Golfo de Huelva y hasta el Estrecho.
Imposible obviar cuando hablamos de este litoral refrendatario de acontecomientos históricos de gran trascendencia en la historia de España. Por el penetráron culturas, Tartesos, Feniciós y sin duda la Árabe que estampillaron la idiosincrasia de los españoles y fue punto de partida de descubridores que transformarían el Mundo.
Presenta una costa baja, condicionada por los grandes ríos que en el tributan y sus estuarios; uniformidad que se rompe en las costas cercanas al Estrecho. Pequeños pueblos marineros que conservan sus tradicionales artes y sistemas de pesca. Largas playas, sistemas dunares, y varias reservas naturales protegidas, son el telón de fondo que observamos en nuestra navegación. Toda totalmente abierta y expuesta a los vientos y mares del 3er cuadrante.
El litoral de Huelva y Cádiz es generoso en zonas naturales de especial protección, al catálogo que inicia en las marismas del Guadiana, Isla Cristina, Rompido, Odiel, Bahía de Cádiz, los Alcornocales... tiene parada y fonda en el Parque Nacional de Doñana. Solo conocer el mundo de este paraiso natural, justifica con mucho la visita a estos lares.
Estrecho de Gibraltar. Un gran hito de la Península Ibérica, que reúne muchas de las excepcionalidades geográficas y de navegación que un marino se puede encontrar. Nombrar “Estrecho”, como coloquialmente le nombra la gente de mar, es mencionar la separación natural de tan solo 7,5 Millas, entre el continente europeo y el africano; entre el aporte de mar oceánico a la evaporación del Mediterráneo; y entre dos culturas: la de occidente y la oriental. Lugar de un paisaje único, observado por potentes montañas en cada ribera del canal y flanqueado por oriente, arribando del Mediterraneo por el “Peñón de Gibraltar” - el Jebel Al Tarik- y junto a Ceuta el Jebel Musa, las mitológicas helénicas “columnas de Hércules “.
Privilegio natural protegido, como Reserva de la Biosfera Intercontinental del Mediterráneo Andalucía (España)-Marruecos, alberga una singular gran riqueza natural tanto de fauna marina como especialmente de aves. De ello nos ocuparemos más adelante.
Las condiciones meteorológicas del “Estrecho de Gibraltar son absolutamente particulares y condicionadas por la orografía de sus costas, que canalizan el viento que puede adoptar dos direcciones distintas : Poniente (Oeste) y Levante (Este). Eolo en cualquiera de sus componentes puede aumentar en presión y llegar a alcanzar hasta 40 y 50 nudos cerca del peñón. Sin embargo, 20 millas antes o después, puede ser flojo o nulo.
Las corrientes, el gran dilema del “Estrecho” para todos los que navegamos serán también desgranadas; y solo nos resta comentar en esta introducción que nos encontramos en uno de los lugares de mayor tráfico marítimo del mundo, más de 70.000 mercantes al año, es decir, unos 200 al día discurren por esta agua en ambas direcciones, otros atravesándolo entre ciudades españolas y marroquíes, los primeros respetando los viales de separación de tráfico, los otros normalmente veloces, sorteándolos. Por ello, en este mar mil ojos no llegan si nuestra derrota nos lleva a singlarlo.
Costas del Mar de Alborán.
Bañadas por el referente histórico, cultural, económico, político y existencial que es el Mediterraneo, corresponde a las costas de Málaga, Granada y Almería, sin duda tres provincias con una alta tradición marinera y turística.
Litoral por lo general alto y limpio, predominantemente abrupto por la cercana presencia de las sierras interiores.
No tiene ríos de primer orden, resguardada de los Nortes. Hasta Cabo de Gata va buscando levante para a partir del cabo recurvar claramente hacia el NE y terminar la costa de la Comunidad.
El aspecto general tierra adentro está enmarcado por las sierras de la Penibética para a continuación sea Sierra Morena con el Mulhacen (3481 m) y el Veleta (3470 m) y sus cumbres nevadas el telón de fondo.
El primer tramo costero corresponde a la costa malagueña, internacionalmente conocida como "Costa del Sol", con la capital como divisoria de la occidental y la oriental La primera desde Manilva hasta Málaga, cien kilómetros de alta explotación turística, Torremolinos, Marbella, Fuengirola, Benalmádena, conjugan visitantes de alto nivel con el conocido como de sol y playa. El tramo oriental con Nerja como epicentro, muestra yn visitante más familiar.
La "Costa Tropical" es el litoral granadino, vigilada por Sierra Nevada, es una costa de contrastes. Destinos como Almuñecar, Motril o Salobreña figuran en los apuntes de viaje de muchos navegantes que buscan zonas de más calma.
Finaliza la costa en el enigmático tramo almeriense, desde Adra hasta donde muere en la mar la sierra Almagrera. Una costa que contiene otra joya de la naturaleza, las calas rocas, acantilados mágicos del Parque Natural de Cabo de Gata.
Los ochocientos años de dominación musulmana dejo una huella imborrable en toda esta costa que se mantiene viva en forma de grandes obras como las alcazabas de Almería y Málaga, en la configuración de sus calles y en múltiples aspectos de la vida de sus gentes.
Por supuesto que no es todo navegar, el disfrute en tierra forma parte del ritual de un buen marino y esencial en este; la gastronomía de esta tierra que desde las mar de occidente hasta la de oriente, tiene a los productos del mar como bandera. El "pescaito" frito, plato común en la cultura gastronómica andaluza, boquerones, salmonetes y cefalópodos suelen ser buenos segundos platos a los que acompaña el "gazpacho" o el "ajoblanco" de la malagueña Axarquía o las migas.
Si los regamos con finos de Sanlucar, Pedro Gimenez, manzanilla o cualquiera de la especialidad de la zona alcanzaremos la mistura perfecta.
No paremos más, navega la mar de Andalucía.