Vigo. Capital de la ría cosmopolita
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La ciudad de Vigo, principal ciudad del noroeste de España, está situada en plenas Rías Baixas gallegas, en la Ría a la que debe su nombre., la más al sur de la Comunidad Autónoma de Galicia; ciudad que te recibirá con su famosa bahía, una de las más bellas de Europa.
Habitantes: 297,124 Extensión: 109,1 km2
Puedes elegir pasear la ciudad y puedes tenerla como base para conocer el rico patrimonio histórico y cultural de la provincia de Pontevedra, su vecina Santiago de Compostela o llegar a la frontera norte de Portugal a tan sólo 30 km.
Bordeando el contorno de este brazo de mar que se interna en tierra quince millas y que responde al nombre de Ría de Vigo, se despliega la mayor concentración humana de Galicia, donde hoy en día, viven, trabajan y estudian más de medio millón de personas, representando el 32% de la población de la provincia de Pontevedra y el 12% de la población de la Comunidad Autónoma. El censo aproximada de residentes es de 300.000 personas.
Es uno de los principales puertos de España y cuenta con una importante industria que principalmente centra su economía en los astilleros, la fabricación de vehículos (PSA Peugeot-Citroën) con su industris auxiliiar y la pesca.
Cada amanecer, los productos frescos salen de la lonja viguesa para ser servidos horas después en los mercados y restaurantes más exclusivos de toda España. Su puerto es, con casi un millón de toneladas por año, el primer vendedor portuario para consumo humano del mundo.
Desde las Islas Cíes (en las que varios historiadores sitúan a los Herminios en su huída de las tropas de Julio César) hasta la ensenada de San Simón y desembocadura del río Verdugo, el largo estuario vigués está salpicado de pintorescas villas marineras, presididas por la urbe olívica, conocida como “La Puerta del Atlántico”. Y es así desde que Vigo se asentó en estas costas como cabecera de uno de los mejores refugios naturales del mundo.
El municipio de 110 Km2 se extiende sobre una orografía muy accidentada, formada por una corona montañosa cuyos valles acaban en el mar, caracterizada por un microclima que templa las temperaturas manteniéndolas en los 15º C de media anual.
Vigo (nombrada como Vicus Spacorum en el Itinerario Atonino, como un “village” en la Per Loca Marítima romana), estuvo habitado por varios pueblos de los que todavía se conservan restos, como son los castrexos presentes en la ladera del Castro, la Villa Romana de Mirambell en la parroquia de Coruxo, o los primeros testimonios de la lírica trovadoresca con las “Cantigas de Amor“ de Martín Códax.
Pero sin duda uno de los hechos más relevantes de esta ciudad tendría lugar en el S. XVIII, concretamente en el otoño de 1702 con la Batalla de Rande entre las tropas angloholandesas e hispano francesas por la codicia del oro de las américas, dramático enfrentamiento naval que entregó a sus fondos submarinos la más rica flota venida nunca de las Indias Occidentales. Un mito del que se han nutrido no pocas aventuras literarias, la más famosa de ellas, “ 20.000 leguas de viaje submarino “, del inolvidable Julio Verne, que estuvo en Vigo personalmente, a bordo de su yate.
Sobre el lugar, el estrecho de Rande, existe desde hace cerca de treinta años un puente que une con su kilómetro y medio las dos riberas de la Ría de Vigo, la viguesa y la de la península del Morrazo.
Rande no será la última batalla, ya que en 1809, los vigueses deberán hacer frente a la invasión francesa, expulsando al ejército de ocupación el 28 de marzo de ese mismo año. Desde entonces, en tal fecha se conmemora la Reconquista, una recreación de aquellos hechos con cientos de personas
vestidas de época y un mercado a la antigua usanza.
Vigo como ciudad propiamente dicha, es muy joven. Su carta de ciudadanía data de 1810 y el gran desarrollo urbano y demográfico se produjo en el siglo XX, hasta el punto de ser la mayor ciudad del noroeste de la Península Ibérica y la que tuvo en los dos últimos siglos un mayor desarrollo porcentual de todo el viejo continente.
A partir del S. XIX y con motivo de la expansión del puerto vigués, la construcción de malecones y servicios portuarios, y los adelantos en cuanto a comunicación con el resto del país darían lugar a un gran crecimiento de la población, convirtiendola en una ciudad de servicios y cosmopolita.
Sus habitantes disfrutan de la tranquilidad y una gran calidad de vida en una ciudad que ha recuperado en los últimos años su histórico barrio (Casco Viejo o Casco Vello). Entre las calles de piedra de este barrio, hay muchos restaurantes que ofrecen la excelente gastronomía de productos gallegos, con pequeñas tiendas de artesanía, rincones emblemáticos de gran belleza y lugares como el Mercado de la Piedra, la plaza de la Constitución con sus columnatas, o la iglecia de Santa María construida entre 1816-1836 sobre restos medievales góticos y donde se venera al Cristo de la Victoria. Según la tradición, ayudó al pueblo de Vigo en la guerra de la Independencia contra los franceses.
Un itinerario turístico para conocer la ciudad podría comenzar en la estación marítima, la ruta va a la izquierda, al Real Club Náutico y al Puerto Deportivo, junto a la calle Montero Ríos, atraviesa la Plaza de Compostela, donde destacan los hermosos Jardines de la Alameda, el lugar perfecto para caminar. La ruta te lleva a través de la calle Policarpo Sanz hacia el centro neurálgico: la Puerta del Sol presidida por la estatua de O Sireno, símbolo de la fusión entre el hombre y la mar y que combina el vanguardismo con la belleza clásica de su arquitectura.
Desde la Puerta del Sol se accede al “Casco Vello” . Para ello deberemos atravesar la hermosa y señorial "Praza da Constitución", donde antaño se situaba el antiguo Ayuntamientoo, hoy sede de la Biblioteca Penzol, cuyo fondo bibliográfico dedicado a temas gallegos se tiene por uno de los más extensos de la Comunidad Autónoma.
Pero sin lugar a dudas el edificio de mayor antigüedad que se ha conservado en Vigo es la Casa Arines, un palacete renacentista de los S. XV- XVI.
La calle Real nos conduce al barrio de los pescadores: al Berbés. Muy cerca de allí se encuentra la Colegiata o Concatedral de Santa María de Vigo, un edificio neoclásico construido en la primera parte del S.XIX (en el mismo solar que ocupaba una espectacular iglesia románica que se arruinó por el estallido del Polvorín del Castro) y que alberga la imagen del Cristo de la Victoria, patrón de la ciudad en cuyo honor se celebra el primer domingo de agosto la mayor de las procesiones de Vigo.
Las calles del Casco Vello son estrechas y enlosadas, con casas dieciochescas de grandes escudos, pequeñas tiendas y mercados artesanos. La calle de los Cestos (aquí los artesanos de mimbre exponen sus trabajos) y la calle Real son de visita casi obligada.
Próximo a estas rúas se encuentra el Mercado de la Piedra, y la calle Pescadería más conocida por la calle de las ostras, ya que es aquí donde, las "ostreiras", todas las mañanas del año, abren las conchas de este molusco y los disponen por docenas para su degustación, siempre con un chorrito de limón y un buen vino de la zona, Ribeiro, Rosal o Albariño.
Si nos detenemos en el barrio de O Berbés, el visitante podrá recorrer un barrio de pescadores donde, antes de las ampliaciones realizadas y de la construcción del puerto pesquero, el mar llegaba hasta sus soportales. Todavía conserva el regusto marinero con sus porches, sus pequeñas casas con balcones de hierro y madera, y sus tabernas. Plazuelas, escaleras y cruceros componen un sugerente conjunto marinero. En su camino hacia este rincón emblemático de la ciudad encontrará el mercado de pescado del mismo nombre, donde podrá admirar la gran riqueza gastronómica de esta ciudad.
Ciudad comercial y como tal se le ofrece a nuestros visitantes una amplísima oferta. Ya en el mismo puerto tenéis un gran centro comercial, “A Laxe”.
Volviendo a la Puerta del Sol, punto de contacto de la zona moderna con la ciudad antigua y el puerto, nos encontramos con la calle viguesa más popular, la conocida como calle del Príncipe. Príncipe está llena de comercios y tiendas convirtiendo su entorno de influencia en un gran centro comercial al aire libre. En esta zona se encuentran el principal museo de arte moderno de la ciudad, el Marco, de gran actividad cultural..
Continuando por la Rúa de Urzáiz, destacan las principales firmas comerciales. Finalmente, y girando a la derecha por Gran Vía, encontrará el monumento al trabajo. Por esta zona también podrá visitar el Corte Inglés o el Centro Comercial Plaza Elíptica .
Si seguimos subiendo la Gran Vía, nos encontraremos con el Monumento al Caballo obra de uno de los mejores escultores españoles: Juan Oliveira. Data de 1991 y está considerada como una de sus referencias. Bajando esta extensa avenida el visitante podrá detenerse en otros grandes centros de ocio, como son el Centro Comercial Gran Vía o el de Camelias, situado ya en la Plaza de América.
Vigo cuenta con una amplia oferta cultural, que ofrece al turista y al ciudadano la oportunidad de visitar el ya mencionado Museo de Arte Contemporáneo (Marco), el Museo del Mar y la Casa de las Palabras, el Museo Municipal “Quiñones de León”, el Museo Etnográfico Liste y la Casa das Artes, además de los diferentes espacios culturales con los que cuenta la ciudad: Centro Cultural Abanca, Sala Faro de Vigo.... Todos poseen un característica común la monumentalidad de los edificios en que se alojan.
La ciudad olívica, pues el olivo es su símbolo (ubicado en el Paseo de Alfonso), porque este árbol ocupaba grandes plantaciones durante la Edad Media. cuenta con más de una docena de parques y jardines en los que el visitante podrá disfrutar de unas maravillosas vistas de la ciudad inmerso en plena naturaleza. Puntos de obligada visita, donde hacer una parada en el camino y contemplar su belleza.
O Castro es el parque urbano más extenso y uno de los más concurridos.
En su cima, se encuentran los restos de la fortaleza que defendía este monte, construida en el s. XVII.
En O Castro se asentaron por primera vez los poblados celtas, como demuestran las diversas excavaciones existentes en sus laderas, conformando un museo al aire libre. Desde la cima se puede contemplar toda la Ría, desde las Islas Cíes hasta la ensenada de San Simón. En este paraje abundan los espacios de ocio: parques infantiles, pistas de patinaje, de bicicletas… pero serán sus vistas hacia la ría e interior de nuestra comarca las que más nos llamarán la atención.
Otra parada obligatoria para el viajero es el parque de Castrelos. Posee Auditorio de Conciertos al aire libre, lago con aves acuáticas, multitud de zonas de paseo, parques infantiles, zonas de descanso y mucho, mucho espacio para practicar deporte.
Este parque fue donado a la ciudad por el Marqués de Alcedo, propietario del Pazo Quiñones de León, situado en la parte posterior de Castrelos, y donde el visitante podrá recorrer interminables jardines y visitar el Museo Municipal que se encuentra en dicho Pazo y que alberga la mejor pinacoteca de Galicia, legado en gran parte de José de Elduayen.
En la otra punta de Vigo y en pleno corazón portuario, nos encontramos con el parque de A Guía, coronado por la ermita de su mismo nombre. El nombre del mirador se debe a un pequeño faro utilizado para orientar a los barcos que llegan a nuestra ría.
Este parque tiene un senda botánica señalada. Podemos llegar a este espacio natural subiendo desde la calle Sanjurjo Badía, girando a la izquierda en el cruce con la calle Buenos Aires.
Fuera del casco urbano se encuentra el único Parque Zoológico existente en Galicia, situado al lado de otra de las grandes atalayas viguesas. Pinos y eucaliptos son los árboles que más abundan en este monte de A Madroa, que cuenta con numerosos manantiales.
Ya en lo que podríamos llamar extrarradio, el Monte Alba, otro maravilloso mirador desde donde se contempla toda la Ría, desde Baiona hasta la entrada a la misma, así como el extenso Val do Fragoso por donde se extiende la ciudad. Podemos llegar a él por la carretera que une Vigo con Gondomar por el interior, antes de llegar a la localidad de Vincios.
Sin lugar a dudas la principal atracción de la ciudad la protagonizará el mar; uno de los principales recursos turísticos del entorno. Fuente de la que se nutre su gastronomía y la infinidad de deportes náuticos que se desarrollan en sus alrededores.
La Ría nos ofrece en sus riberas una gran variedad de playas, en total, 45 arenales, a lo largo de su extensa y fértil costa como es el caso de la playas de la Cacharela y Mende, en el extremo este del municipio, o las playas de Muiños de Fortiñón y Portiño en el extremo oeste, pasando por los arenales de Bouzas, Alcabre, Navia y Coruxo. Desde playones como Samil y O Vao, hasta los más recogidos en Saiáns y las playas paradisíacas de las Islas Cíes. Los distintos arenales vigueses ofrecen la posibilidad de estar en continuo contacto con el mar y de disfrutar de la práctica de deportes náuticos.
La playa de Samil, con una longitud de casi 1,5 km, es la más concurrida y conocida. Está equipada con piscinas para los más pequeños, zonas verdes donde descansar en contacto con la naturaleza, parques de recreo, pista de patinaje, pistas deportivas... además de cafeterías y zonas dedicadas a la restauración.
Un poco más allá de Samil nos encontramos con la playa de O Vao, el segundo gran arenal vigués, mirando a la Isla de Toralla, unida a ella por un puente.
Frente a Vigo está el Parque Nacional de las Islas Atlánticas, Islas Cies, que como fieles centinelas guardan la entrada a la Ría de los temporales atlánticos. Sin duda un atractivo principal, inexcusable no visitarlas; por su naturaleza, fondos submarinos y la considerada una de las mejores playas del mundo, Rodas, además de otros espectaculares arenales, y de contar con un camping de 800 plazas.
El Puerto de Vigo ha sido desde siempre el corazón de la ciudad, un motor que le ha ayudado a crecer y que finalmente se ha convertido en un enclave estratégico a nivel mundial. El Puerto une a su imprescindible labor comercial para la Ciudad, su simbiosis en el plano deportivo con el Real Club Náutico de Vigo (uno de los náuticos más antiguos y prestigiosos de toda España) por ello durante varios años ha sido etapa de la Cutty Shark, salida de la “ Volvo Ocean Race“, fin y principio de etapa de la Regata de Le Figaró y base de muchos encuentro náuticos de gran prestigio internacional, como la regata "Rías Baixas", la Semana del Atlántico etc que cada año reúne en aguas de la Ría a millares de regatistas, venidos de los cinco continentes.
Ven y conoce Vigo, seguro que te enamora.
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