Corte de una cuenca oceánica
Cuenca oceánica es una depresión muy extensa que está cubierta por agua del mar resultado de fuerzas y procesos tectónicos. La teoría de la Tectónica de Placas es la clave para el estudio de las grandes océanos que conforman hoy nuestro planeta.
La litosfera comprende toda la corteza terrestre, más la porción superior del manto. Es, en sí, una capa rígida que tiene movimiento sobre otra plástica (astenosfera). El grosor es variable, de 50-150 km bajo los océanos y, hasta 300-400 km bajo los continentes. Está fragmentada en grandes bloques o placas litosféricas. Está compuesta por siete placas rígidas de tamaño variable y con espesores relativamente delgados que están en continuo movimiento unas con respecto a otras y de otras placas más pequeñas que resuelven los movimientos complejos entre las más grandes. La placas, que esencialmente son asísmicas, están bordeadas por dorsales activas, fosas, rifts, y grandes fallas, donde se concentra la mayor actividad tectónica, sísmica y magmática del planeta. El movimiento de las placas y sus interacciones son responsables de la posición actual de los continentes y por tanto también de los océanos.
En los estadios iniciales de la teoría de la Tectónica de Placas, (ver artículo de la Deriva de los Continéntes) los científicos reconocieron que las cuencas oceánicas tenían su propia historia. Hace unos 200 millones de años, en el Pérmico superior, los continentes estaban unidos formando un supercontinente denominado Pangea, que cubría el Polo Sur y se alargaba en forma de arco por una cara de la Tierra hasta llegar al Polo Sur.
La Pangea se rompió en dos supercontinentes, Laurasia en el hemisferio norte y Gondwana en el sur; posteriormente se fragmentaron y se trasladaron a los actuales emplazamientos de los continentes y océanos .
Los océanos Atlántico y de la India están creciendo. Sus dorsales medioceánicas en la región subártica, la presencia del Golfo de Adén y el Mar Rojo son indicativos geológicos de la formación de un océano relativamente joven. La actividad volcánica que actualmente constituye la dorsal de expansión Medio atlántica es la responsable del continuo ensanchamiento del Océano Atlántico. El Océano Pacífico, que representan el mayor océano, es mucho más pequeño que en sus estadios iniciales. En el centro del Pacífico norte no existe dorsal de expansión y éste océano se está retrayendo constantemente al empujar hacia el oeste la placa americana. Si este proceso continua el Pacífico desaparecerá con el tiempo. La historia del océano Tethys sugiere que el Mediterráneo es un mar en estadio terminal. La cadena montañosa del Himalaya muestra la fase final de la destrucción de un océano, representado una gran sutura del sector este del océano Tethys.
Para entender el relieve submarino es necesario recordar los dos tipos de corteza terrestre: continental o granítica y oceánica o basáltica. Una parte del continente está cubierta por agua: la zona continental submarina; la porción correspondiente a la corteza oceánica es la zona del lecho oceánico y otra, donde se conjugan ambos tipos de corteza, es la zona transicional del continente al océano.
LA ZONA CONTINENTAL SUBMARINA
La plataforma continental
Son las superficies submarinas que se desarrollan alrededor de las áreas continentales y se extiende desde la costa, descendiendo suavemente, hasta el talud continental donde finaliza con una brusca interrupción de su pendiente.
La anchura de la plataforma varía considerablemente, desde unos pocos hasta más de 1100 km y aunque el fin de la plataforma está a más o menos 200 m de profundidad, puede variar de unos pocos metros a más de 300 m. Presenta gradientes suaves (0.11 a 1.1 grados), salinidades normales y está afectada por una amplio rango de procesos físicos (corrientes de mareas, oleaje,...). La plataformas continentales presentan un perfil que es una superficie de equilibrio entre la erosión y la sedimentación. Uno de los factores principales que controlan la formación de facies sedimentarias en este ambiente sedimentario es el régimen hidráulico. Desde este punto de vista se diferencian tres tipos de plataformas: dominadas por mareas, por el oleaje y tormentas, y por corrientes oceánicas.
Región nerítica:
Comprende la zona de la plataforma continental, es decir, se sitúa desde el borde del talud continental hasta el litoral, pero sin contacto con ésta última. Alcanza unos 200 metros de profundidad de media.
La formación de la plataforma continental se debe a varios procesos. Por un lado, la erosión de las olas que recortan la línea costera. Los materiales resultantes de la erosión de las costas se van acumulando junto con los provenientes de los ríos formando la plataforma
y extendiéndose hacia el océano. También la plataforma está formada por materiales sujetos al continente por barreras construidas por organismos como arrecifes o a plegamientos tectónicos en muchos casos. O ha sido originada por hundimiento o inundación de zonas
continentales, como ocurre en el Mar del Norte, por presiones entre bloques continentales que empujen materiales hacia arriba, etc.
El tamaño de la plataforma continental varía mucho sgún la zona del mundo. Las Islas Británicas, el Canal de la Mancha, Mar del Norte y el Mar de Irlanda están sobre plataforma continental. También es muy ancha en el Mar de China, en las costas árticas de Siberia, en la Bahía de Hudson en Canadá, en las costas de Patagonia, que se extiende hasta las Malvinas. Sin embargo, en las costas de la Península Ibérica, por ejemplo, la plataforma es bastante escasa.
En muchas de estas zonas están los mejores caladeros de pesca del mundo, y por tanto, su importancia económica es considerable. De hecho, más del 80 % de las capturas mundiales de pesca se realizan en estas zonas. La plataforma continental también tiene otros recursos los cuales están siendo explotados como el petróleo y el gas natural (sobre todo en el Mar del Norte).
Sus condiciones ambientales (temperatura de las aguas, salinidad, concentración de oxígeno, etc.) sufren grandes fluctuaciones cuanto más cerca se está de la costa, por la acción de las olas, mareas y condiciones atmosféricas. En las zonas más alejadas las fluctuaciones de estas variables ambientales se ven más influenciadas por la dinámica de las corrientes oceánicas y atmosféricas.
Las variaciones de temperatura pueden ser grandes dependiendo de su localización. Por ejemplo, en el Golfo Pérsico, la temperatura en la superficie puede alcanzar los 35º C en verano y en la costa, en algunas lagunas intermareales puede sobrepasar los 50º C. Al contrario, en zonas polares con mucha salinidad podemos encontrarnos agua líquida a menos de 0º C (a salinidad de 35 por mil el punto de congelación del agua es de -1,91º C).
Talud y Borde continental:
Se trata de una ladera también de carácter global que se extiende hasta profundidades desde 1400 m a 4 000 m, presenta pendientes muy acusadas con una pendiente promedio de 4 a 7°, en ocasiones de 30 grados y más y una anchura de 8 a 260 km. Continuación de la Plataforma que se puede considerar ya como verdadera zona Oceánica. Se caracteriza por presentar los gradientes más altos en los márgenes continentales. Es la parte central del margen continental y generalmente se localiza allí donde tiene lugar la transición entre la corteza continental y la corteza oceánica. Es la porción mayor del continente cubierta por los océanos. Los rasgos del relieve del talud continental son complejos, lo único que hay en común en esta gran estructura, además de su disposición global, es el declive general de más de 1 000 m. En su superficie se reconocen escarpes (porciones de fuerte inclinación), mesas, montes submarinos (de varios cientos de metros), cañones submarinos, etcétera.
El Borde continental: es el margen inferior del talud continental y donde comienza realmente el dominio oceánico. Como es fácil suponer, hablamos de una frontera difícilmente delimitable.. Generalmente sus pendientes son más suaves que las del talud continental y su límite externo es variable (1.400 a 4.000 m). Entre los rasgos más interesantes se encuentran los cañones submarinos, semejantes a los valles profundos que cortan las montañas. Nacen en la plataforma continental y muchas veces son una continuación de los cauces de los ríos de la tierra firme. Poseen afluentes pequeños, de unos 1 000 m de longitud y corte vertical de hasta 20 m. Por los fondos de los cañones escurren corrientes esporádicas a manera de ríos submarinos con una alta saturación de sedimentos, son las corrientes de turbiedad.
Región pelágica:
En sentido estricto, es la región del mar abierto a partir de la plataforma continental. Incluye el talud continental y las regiones nerítica, batial y abisal. En esta zona se alcanzan las mayores profundidades.
Arcos Insulares:
Aalineaciones de Islas volcánicas que aparecen siempre con relativa proximidad a un continente y paralelas a la costa; dibujan formas convexas hacia el océano. Entre ellas y el continente aparece un mar pequeño que se denomina Cuenca Marginal.
Fosas Abisales: son las zonas marinas de mayor profundidad de toda la cuenca oceánica; normalmente aparecen frente a las costa y paralelas a ella. Aunque no es frecuente, pueden presentar fondos planos. Las costas con Arcos Insulares siempre tienen Fosas Abisales.
Llanuras Abisales: zonas extensas en las que las pendientes son escasas; hay montañas submarinas, zonas de Volcanes, generalmente en actividad, a veces Islas volcánicas y Guyots (montañas con la parte superior plana).
Dorsales Oceánicas: son de gran importancia; zonas muy activas que atraviesan todos los océanos. Extensión aproximada de 60 millones de Km, anchura de 1.000 a 4.000 m y altura de unos 3 m.