Portada ›› Vela ›› Regatas oceánicas ›› El Estrella Damm establece el récord New York - Barcelona a las 02 horas, 37 minutos, 06 segundos de hoy 21 de abril

El Estrella Damm establece el récord New York - Barcelona a las 02 horas, 37 minutos, 06 segundos de hoy 21 de abril

El Estrella Damm establece el récord New York - Barcelona a las 02 horas, 37 minutos, 06 segundos de hoy 21 de abril

12 días, 06 horas, 03 minutos y 48 segundos, una primera marca para batir.
El W Hotels se hallaba en el momento de la llegada a 50 millas

  • Alex Pella: “Estamos muy contentos de haber llegado, de la marca que hemos establecido y de las condiciones que hemos tenido. Han sido muy buenas para navegar muy rápido, sobre todo los tres primeros días. El Mediterráneo ha sido lo más complicado. Siempre es muy imprevisible, pero todavía más en esta época del año”.

 

  • Pepe Ribes: “El que venga detrás tendrá que esforzarse mucho para batir nuestra marca. Me gustaría hacer otra tentativa de récord estudiando bien las fechas para mejorarla. Semanas antes de la salida estimábamos un tiempo de 17 días, justo antes pensábamos que haríamos 14 días, pero la realidad mejoró todos nuestros pronósticos. La elección correcta del día de la salida fue la clave de este récord. Estuvimos a punto de precipitarnos, pero la espera fue un acierto”.
  • Stan Schreyer: “Estos barcos son muy exigentes físicamente. Si con tres tripulantes, dos semanas han sido tan duras; la Barcelona World Race, navegando en doble durante tres meses, debe ser terrible. Creo que sus rivales en la vuelta al mundo deberán tener muy en cuenta a Pepe y Alex”.

Las últimas singladuras por el Mediterráneo han sido duras por la falta de viento, pero finalmente desde la terraza del hotel W del puerto de Barcelona, las luces estroboscópicas del palo del Estrella Damm aparecieron claramente en el horizonte. A las 02 horas 37 minutos y 06 segundos, Alex Pella, Pepe Ribes y Stan Schreyer cruzaron la línea establecida por la enfilación del emblemático edificio del frente marítimo de la ciudad y la cima del Tibidabo, otro símbolo del cielo de Barcelona. El récord histórico entre Nueva York y Barcelona quedaba así establecido en 12 días, 06 horas, 03 minutos y 48 segundos (pendiente de la confirmación del World Sailing Speed Record Council), lo que significa una velocidad media sobre la ortodrómica (la línea más corta: 3.670 millas) de 12,48 nudos.

 

En ese preciso momento, el W Hotels navegaba a escasas 50 millas y tenía prevista su llegada entre un amplio intervalo de tiempo a causa de previsible calma nocturna que caerá sobre Pachi Rivero, Toño Piris y Peter B. Becker. La situación entre ambos barcos ha ido variando desde que entraron en el Mediterráneo en función del viento que iban teniendo, y que nunca ha sido el mismo. Para el W Hotels el último tercio del recorrido ha sido una dura lucha por recuperar las millas perdidas a causa de los incidentes sufridos especialmente el día 15 cuando, tras haber sufrido una rotura en el timón de babor y estando en plena reparación, un golpe de mar les tumbó el barco al norte de Madeira.

 

 

Dos mares, dos mundos

 

Uno de los muchos hitos que establece el New York - Barcelona Transoceanic Sailing Record es el de unir por vez primera en un recorrido de récord una ciudad del Atlántico y otra del Mediterráneo. La climatología de ambos mares ha hecho honor a su fama y cada uno de ellos ha caracterizado la navegación de acuerdo con lo previsto.

 

En el Atlántico, el Estrella Damm y el W Hotels han cabalgado entre dos sistemas que se podrían considerar clásicos: los vientos del suroeste durante la primera mitad de la travesía y luego los del norte, noroeste y oeste generados por una fuerte borrasca situada entre Madeira y la península Ibérica. Entre ambos sistemas han atravesado, prácticamente en un sólo día, el anticiclón de las Azores, lo que ha permitido lograr promedios muy altos de Nueva York a Gibraltar. Las cifras obtenidas son explícitas por sí mismas.

 

Tras la apertura de la ventana meteorológica el lunes 5 de abril, ambos equipos, asesorados por Marcel Van Triest, el meteorólogo del récord, decidieron partir de Ambrose Light el jueves 8 de abril a las 20 horas 33 minutos 18 segundos, hora española. Las primeras singladuras las realizaron con rumbo este impulsados por vientos del sur y suroeste que les permitieron realizar promedios altísimos con velocidades que muchas veces superaron los 20 nudos de media. Entre el 9 y el 11 de abril navegaron más de 400 millas cada día, destacando entre el 10 y el 11 de abril una marca de 462 millas navegadas en 24 horas. Ese valor que se sitúa en el 90 por ciento de la máxima velocidad registrada por un IMOCA Open 60 lograda por el Hugo Boss de Alex Thomson y Andrew Cape durante la Barcelona World Race.

 

El paso del anticiclón de las Azores fue rápido y ambos lo realizaron en apenas 24 horas el día 12. Al día siguiente entraron en la zona de influencia de la borrasca de Madeira. La contornearon por el sur y, de nuevo lograron altos promedios de velocidad. El día 16 arrumbaron hacia Gibraltar.

 

Una idea del extraordinario ritmo con el que ambos barcos atravesaron el Atlántico, de Ambrose Light a Gibraltar, lo da la velocidad media de más de 15 nudos lograda. Hay que tener en cuenta que el récord vigente en el Atlántico Norte en un IMOCA Open 60 lo posee Bernard Stamm. Desde Ambrose Light a Lizard Point (extremo suroeste de Inglaterra) empleó siete días y 23 horas sobre 2.950 millas de la ortodrómica (el recorrido más corto). Esto significa una media de 13,79 nudos. El Estrella Damm y el W Hotels han tardado hasta la altura del cabo de San Vicente sobre una ortodrómica aproximadamente de igual longitud casi un día menos que Stamm.

 

Pero al entrar en el Mediterráneo las cosas cambiaron radicalmente. Las ventolinas y las constantes roladas han estado presentes desde que el día 17 el Estrella Damm cruzó el estrecho de Gibraltar. Desde entonces han empleado más de tres días para cubrir las 528 millas hasta Barcelona, casi tres veces más lentos que el primer tercio del Atlántico.

 

 

Un récord para la historia

 

 

El New York - Barcelona Transoceanic Sailing Record ha quedado ya establecido. Ambas ciudades han creado un lazo deportivo, cultural y educativo único. Un vínculo prometedor que va a prevalecer como una marca de referencia en el mundo de la vela oceánica.