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Suiza desafía a los 'kiwis'.

La premonición se cumplió con permiso de los vientos alisios. La Copa Louis Vuitton ya está en manos de Russell Coutts. El patrón del Alinghi desafiará a parte de su antigua tripulación para conquistar, entre el 15 de febrero y el 1 de marzo, el más preciado trofeo de la competición marina: la Copa América. Una vez más, y ya es la segunda consecutiva, la ostentosa 'Auld Mug' no se rodeará de barras y estrellas. El Oracle estadounidense se ha quedado fuera de la final por culpa de un país sin mar, Suiza.

No hubo sorpresa en el seno del equipo de Nueva Zelanda. Dean Barker, su joven patrón de 29 años, se imaginaba el desenlace. Será su maestro quien le rete en la final más importante de su vida. El valedor frente al heredero de su legado. Junto a Coutts, los 'kiwis' recuperaron el esplendor de la vela en 1995 y 1999. El mismo héroe puede arrebatársela ahora desde el bando contrario. A Barker no le preocupa. A pesar de la atmósfera turbia que envuelve el episodio de traición de Coutts, hace gala del máximo respeto hacia su rival. «Sabíamos desde el primer día que esta vez iba a ser la más dura de todas. Nos gustaría batirles y conservar la copa en Nueva Zelanda, así que vamos a hacer lo que podamos».

Mientras, en Auckland se inician los preparativos de su gran torneo. Desde que Nueva Zelanda le robara el privilegio a la bahía de San Diego, la Copa América ha dado la espalda al continente que la vio nacer hace 151 años. Aunque mucho han cambiado las cosas desde que aquella regata primera, organizada con el fin de recaudar fondos para una exposición universal, alcanzara fama mundial. Encasillada dentro de las competiciones de grandes cifras, el triunfo está al alcance del mejor postor, tenga o no alma de marinero. La lucha por atraer hacia un país concreto la organización de un evento que garantiza ingresos superiores a los 700 millones de dólares se ha reducido en la última edición de su antesala, la Copa Louis Vuitton, a nueve selectos equipos. Una cuestión de orgullo mueve a los magnates de los negocios a invertir en tecnología punta y hacerse con los servicios de los mejores lobos de mar. La cantera con más futuro, la neozelandesa, copa las tripulaciones de los sindicatos -los desafiantes- más poderosos.

El poder del dinero

Detrás, el patrocinio corre a cargo de nombres como Larry Ellison, responsable del derrotado 'Oracle' y dueño de la compañía de software rival de Microsoft; Paul Allen, el cofundador del feudo de Bill Gates y respaldador del barco 'Oneworld'; o Patrizio Bertelli, propietario de la firma Prada y de la embarcación del mismo nombre, que ha protagonizado una de las grandes decepciones de la presente edición. El poder del dinero queda sobradamente probado con la victoria del Alinghi. Ernesto Bertarelli ha hecho campeón a un barco suizo que se entrena en las inmóviles aguas del Lago Léman. Un catamarán de vanguardia, equipado con un complejo sistema informático y el olfato de Russell Coutts hicieron el resto.

La sexta y definitiva regata de la final de la Copa Louis Vuitton afianzó su supremacía. El sueño americano se desvanecía con el progresivo cese de la brisa del oeste. Sin abandonar siquiera tierra firme, el 'Oracle' lucía desde la salida la bandera azul de penalización por una maniobra ilegal. Su ventaja de 15 segundos en la primera manga se redujo hasta cederle 10 al Alinghi en la línea de meta, que sumados a los dos minutos de sanción acabaron por hundir al equipo patroneado por Chris Dickson.

No será igual contra Nueva Zelanda. Coutts necesitará entonces algo más que estrategia.

Resultado
Alinghi (SUI) 5 - Oracle (USA) 1 (se disputa al mejor de nueve).

Las eliminatorias
12 de enero: Alinghi (1:24).
13 de enero: Alinghi (0:40).
15 de enero: Alinghi (1:01).
16 de enero: Oracle (2:13).
17 de enero: Alinghi (0:13).
19 de enero: Alinghi (2:34).