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Agustín Zulueta Promotor del Desafío Reto Spanish Challenger

Agustín Zulueta, ingeniero industrial con veinte años dedicados a la náutica y a la vela de alta competición, ha sido componente del equipo técnico y deportivo de los tres Desafíos españoles que han participado en anteriores ediciones de la Copa América. Desde hace un año y medio trabaja para que España tenga un nuevo desafío, El Reto Spanish Challenge, en la Copa América de 2007.

-¿En qué situación se encuentra el proyecto en estos momentos?

-Se encuentra con todos los avances técnicos y financieros que se pueden realizar para tener un proyecto totalmente atado. Tenemos contratos con los patrocinadores, club desafiante (Barcelona), proyecto de infraestructuras... todo pendiente de la firma con el patrocinador principal. El Reto tiene encima de la mesa contratos con patrocinadores por valor de un 70% del presupuesto total, que asciende a 60 millones de euros.

-¿Este es el porcentaje necesario para lograr el inicio de un Desafío con garantías?

-En este momento, si se produce la firma con el patrocinador principal, tenemos garantías totales de que vamos a estar en la línea de salida con el presupuesto de 60 millones de euros. Tenemos acuerdos, conversaciones y contratos escritos por valor de 43,5 millones de euros. Además, hay algunas de estas empresas que se han comprometido a incorporar otras por valor de nueve millones de euros, con lo cual ya estaríamos en 52,5 millones. Esto, al comienzo de un proyecto a tres años, garantiza llegar a los 60 millones sin ninguna duda.

-¿En qué plazo de tiempo deben estar firmados los contratos con los patrocinadores para poder estar en octubre en Valencia en la primera de las pre-regatas?

-Lo mejor sería cuanto antes. Cuál es el plazo máximo es difícil de decir, pero nunca más tarde de la última semana de agosto o la primera de septiembre.

-¿De qué medios dispondría El Reto si en cualquier momento se presenta el Desafío?

-La actuación inmediata es proceder a la compra de los barcos de la edición del año 2003 del equipo norteamericano «One World», que ya se encuentran en Valencia. Eso supone que en ocho o nueve días podríamos estar navegando. Lo más inmediato es poder darles ya un retorno inmediato a los patrocinadores con toda la repercusión mediática que el primer evento de la Copa América va a tener en Valencia en el mes de octubre. Después de eso nos reorganizaríamos para acometer no ya el programa de estas regatas, sino el programa de la Copa América, que comprende nada menos que el diseño y la construcción de dos nuevos barcos. Los proyectos de las bases de Barcelona y Valencia ya están realizados por un estudio de arquitectura y listos para su ejecución.

-Hablaron de un proyecto «integrador». ¿Qué significa eso?

-Lo que queremos es que todos los españoles, que todos los regatistas, tripulantes, técnicos y deportistas tengan claro que en este proyecto no se va a elegir a nadie «a dedo» y que va a haber un proceso selectivo y que en el barco estarán los mejores, los que hagan el barco más rápido y permitan estar al barco y al equipo en el lugar más alto.

-¿Cuál es el papel de la Real Federación Española de Vela?

-El papel de la Federación es garantizar que eso va a ser cierto.

-¿Cómo surge la idea y quiénes componen El Reto?

-La idea surge a finales de 2002 y comienzos de 2003, cuando pensamos que el equipo suizo «Alinghi» tenía posibilidades de ganar la Louis Vuitton Cup y que, por tanto, sería posible que la Copa América viniese a Europa. En esos momentos me uno a una parte empresarial y financiera, que es Velamar Sports Management y Doncel S.A., una parte deportiva con José Luis Doreste, una parte institucional que es la RFEV, una parte técnica dirigida por mí y pequeños accionistas como Christian Thieme y Francisco Guardeño, con el fin de poder redactar un proyecto que creemos que de una manera empresarial pueda ofrecer a los patrocinadores de un equipo español un retorno mediático aceptable. Una vez escrito ese proyecto, la Real Federación de Vela lo evalúa y, tras comprobar que no había ningún otro proyecto en España, entra en el accionariado y apoya el proyecto.

-Tendrían la base del Desafío que se presentaría por el Real Club Náutico de Barcelona y posteriormente se trasladarían a la base del puerto de Valencia de cara a la fase eliminatoria de la Louis Vuitton Cup. ¿Qué repercusión tendría para estas ciudades la presencia de un Desafío español?

-La repercusión para Barcelona es clara; mientras Valencia va a tener el evento y la participación de los barcos, Barcelona se va a ver inmersa en un proyecto técnico y deportivo. Estaremos entrenando en Barcelona antes de la fase previa a la competición y con toda probabilidad construiremos allí los barcos. Este es un proyecto a largo plazo en el que se involucran empresas, instituciones, colaboradores técnicos y empresas de alta tecnología y Barcelona va a estar integrada en este proyecto. Es evidente que la atracción de los medios de comunicación que va a tener Valencia por ser la capital mundial del evento se va a ver multiplicada por haber un equipo español. No es lo mismo seguir una competición con o sin equipo nacional al que seguir. Los españoles dejaron de ver la Eurocopa de fútbol en un 50% cuando ya no estaba España en la competición. Aquí ocurriría prácticamente lo mismo. El primer objetivo de nuestro equipo es participar en esta competición y hacer más popular el evento, dar más popularidad y apoyo a la ciudad de Valencia, que siempre se verá beneficiada de incluir en la línea de salida de la regata a un equipo español. España no se puede permitir albergar la Copa América sin tener un equipo español participando en ella.

-¿Qué diferencias presenta El Reto respecto a las participaciones anteriores de nuestro país en la Copa América?

-La principal diferencia es que en esta participación vamos a contar con un presupuesto aceptable, con un presupuesto con tiempo, con un presupuesto desde el principio, con un proyecto muy desarrollado y que, además, jugamos en casa. Cuando en ediciones anteriores los patrocinadores tenían que luchar por tener la repercusión y el retorno mediático, ahora éste está garantizado. Además, que el evento náutico sea en España va a crear una cultura y un interés mediático inexistente hasta ahora, y las empresas que inviertan en este patrocinio son conscientes de ello.