Un iceberg gigante amenaza la ruta de los barcos en los mares australes
Una auténtica isla de hielo de 700 kilómetros cuadrados está a la deriva en el Oceáno Antártico y tiene en jaque a los navegantes y a los científicos
El bloque de hielo se desprendió en julio de un glaciar al oeste de la Antártida y ya se alejó dos kilómetros de la costa, con rumbo incierto. Por eso, el Gobierno británico destinó un fondo de emergencia de unos 60.000 euros para predecir su evolución.
El principal riesgo, advierten los expertos, es que si el bloque sigue avanzando pueda alterar seriamente las rutas de navegación en el sur del Atlántico y del Pacífico. Una de las preocupaciones es que avance hacia el Pasaje de Drake, el punto obligado de paso para los barcos entre la punta más meridional del continente americano y las islas Shetland del Sur (al norte de la península Antártica), lo que podría derivar en un "tapón" para el tránsito marítimo.